Por Lemay Padrón Oliveros
Tumbar a tres campeones mundiales y uno europeo no estaba en los planes de los costarricenses más soñadores antes de Brasil-2014, pero esta plantilla, que mezcla en el cuerpo técnico a los mejores futbolistas ticos de la historia, el delantero Paulo César Wanchope y el portero Luis Gabelo Conejo, no ha creído en grandes.
Una de las grandes fortalezas del técnico colombiano Jorge Luis Pinto fue rodearse de lo mejor del balompié tico para guiar esta selección, y hacerla sólida cuando pocos creían en sus posibilidades.
Figuras que destacan en el colectivo como un Keylor Navas inmenso en la portería, Bryan Ruiz como creador en el centro del campo y Joel Campbell imparable en la delantera, han puesto a Costa Rica en la historia, con su primera incursión en los cuartos de final, o lo que es lo mismo, asegurar un puesto entre los ocho mejores de un Mundial.
Ahora que se habla bastante del sicólogo que necesitan los brasileños, Costa Rica ha apostado por un sociólogo, que según dijo él mismo es una ventaja porque es capaz de ver el conjunto y sus aspectos de manera más integral. La fórmula, empleada entre otros por el legendario entrenador estadounidense de baloncesto Phil Jackson, ha rendido sus frutos, aunque ha sido sobre la cancha donde los ticos han gritado a pura garganta: ¡Pura vida!
Esa fortaleza mental les hizo soportar el asedio griego cuando jugaron casi una hora con un hombre menos, y les ha hecho ganarse el corazón de todos los latinoamericanos, que la quieren ver todavía más lejos, y proclamar a los especialistas que las distancias se reducen cada vez más.
Sin embargo, Holanda es un escollo bien difícil. Dejó fisuras ante México que el Tri no fue capaz de aprovechar, pero al menos le enseñó a los ticos lo que no se puede hacer: entregarles la pelota.
Costa Rica no es de dominar la posesión, pero deberá cuidarse mucho de echarse atrás, porque le vendrá un vendaval naranja de gran categoría. Hombre por hombre no hay dudas, los europeos son superiores, pero los ticos eso lo han echado por tierra anteriormente.
Aquí pudiera jugar un papel importante el físico, pues los centroamericanos terminaron extenuados su duelo contra Grecia, y los holandeses estaban frescos como una lechuga y listos para liquidar a los mexicanos en tiempo extra, si hubiera hecho falta.
A su temible delantera, la nueva versión de la Naranja Mecánica, mucho más pragmática, suma mediocampistas batalladores y una zaga envidiable, que le evita problemas a su inexperto portero. Creo que a Robben van a tener que matarlo para que le vuelvan a pitar otro penal por la gran polémica creada en el juego anterior, aunque sigo pensando que era pitable, menos que el del primer tiempo, pero pitable al fin.
Mi corazón está con los ticos por lo que han hecho hasta ahora, pero la razón inclina la balanza a los holandeses. En unas horas sabremos cuál se impone.
No hay comentarios:
Publicar un comentario