Algunas sorpresas se han dado ya en los duelos de ida de la Serie
Mundial de Boxeo (WSB), pero eso estará fuera de las mentes de casi
todos este viernes, cuando los Domadores de Cuba reciban a los Knockouts
de Estados Unidos.
Lo que debió ser el tope de vuelta será el de ida, en esta
telenovela un poco turbia que acabó con la mudanza del otro duelo, tanto
de fecha como de sede.
Poco convincentes han sido los argumentos ofrecidos por la franquicia norteña y todavía está en la nebulosa cómo se definiría el match en caso de un más que improbable empate, pues normalmente se hace en la última cartelera, pero Cuba reclama, con toda justicia, celebrarlo en La Habana si fuese necesario.
Todo esto ha sido fuera del ring, entre las 12 cuerdas los Domadores no deben dejar dudas y hacer sentir su favoritismo lo más claramente posible.
El favoritismo está claro en varias de las peleas previstas, sobre todo con Lázaro Álvarez y Roniel Iglesias, pero Gerardo Cervantes, el debutante Emilio Correa y Yoandy Toirac deben mostrarse en su mejor versión para obtener una ventaja decisiva ahora que estaremos en casa. Sus rivales no son nada del otro mundo, pero tendrán dos guantes puestos al igual que ellos, y un descuido puede ser fatal para cualquiera.
La afición en la Ciudad Deportiva debe constituirse en protagonista para aupar a toda la escuadra, que sin dudas ha rendido un mundo y todavía puede hacerlo más, pero sin subestimar al rival.
Basta con mirar lo sucedido con los equipos de Italia Thunder y Otamans de Ucrania, líderes del grupo A, que fueron batidos por Bakú Fires y Rusia. Los italianos nunca habían perdido un match a domicilio y fueron barridos, con nocaut incluido a su estelar Clemente Russo en el mismo asalto inicial, y los ucranianos, subcampeones de la pasada versión, se van de Moscú con apenas un triunfo.
Los tres equipos ganadores hasta el momento han sido los de la llave B, la de Cuba, y los caribeños no deben ser la excepción ante un Estados Unidos que clasificó a duras penas. No obstante, reitero, no puede haber excesos de confianza.
Si las cosas siguen como van la llave que se denominó “De la muerte” desde un inicio hará justicia al calificativo y se robará todo el protagonismo en semifinales.
Poco convincentes han sido los argumentos ofrecidos por la franquicia norteña y todavía está en la nebulosa cómo se definiría el match en caso de un más que improbable empate, pues normalmente se hace en la última cartelera, pero Cuba reclama, con toda justicia, celebrarlo en La Habana si fuese necesario.
Todo esto ha sido fuera del ring, entre las 12 cuerdas los Domadores no deben dejar dudas y hacer sentir su favoritismo lo más claramente posible.
El favoritismo está claro en varias de las peleas previstas, sobre todo con Lázaro Álvarez y Roniel Iglesias, pero Gerardo Cervantes, el debutante Emilio Correa y Yoandy Toirac deben mostrarse en su mejor versión para obtener una ventaja decisiva ahora que estaremos en casa. Sus rivales no son nada del otro mundo, pero tendrán dos guantes puestos al igual que ellos, y un descuido puede ser fatal para cualquiera.
La afición en la Ciudad Deportiva debe constituirse en protagonista para aupar a toda la escuadra, que sin dudas ha rendido un mundo y todavía puede hacerlo más, pero sin subestimar al rival.
Basta con mirar lo sucedido con los equipos de Italia Thunder y Otamans de Ucrania, líderes del grupo A, que fueron batidos por Bakú Fires y Rusia. Los italianos nunca habían perdido un match a domicilio y fueron barridos, con nocaut incluido a su estelar Clemente Russo en el mismo asalto inicial, y los ucranianos, subcampeones de la pasada versión, se van de Moscú con apenas un triunfo.
Los tres equipos ganadores hasta el momento han sido los de la llave B, la de Cuba, y los caribeños no deben ser la excepción ante un Estados Unidos que clasificó a duras penas. No obstante, reitero, no puede haber excesos de confianza.
Si las cosas siguen como van la llave que se denominó “De la muerte” desde un inicio hará justicia al calificativo y se robará todo el protagonismo en semifinales.
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