Por Lemay
Padrón Oliveros
Strike cantado al arbitraje. |
Lo de
este año con las violaciones al reglamento ya pasa de castaño a oscuro, y bien
oscuro.
No bastó
con la desastrosa actuación de la Comisión
Nacional al sancionar al árbitro que expulsó tempranamente a
Vladimir García por propinar un pelotazo, ni con la otra, más desastrosa si se
puede, de castigar prácticamente midiendo por el mismo rasero, a un lanzador
que da un dead ball y a un pelotero que sale bate en mano buscando venganza sin
medir las consecuencias.
Lo
primero ya fue reconocido públicamente por el jefe de reglas y arbitraje, quien
dijo ante las poderosas cámaras de la televisión nacional, que la única causa
posible para sustituir a un imparcial en medio de un juego, es por
indisposición del colegiado. ¿Deberemos esperar tantos meses para que se
reconozca también la metedura de pata en el incidente Freddy Asiel-Demis
Valdés?
Llegó la
postemporada y muchos hicimos llamados desde todas las trincheras para que el
espectáculo se salvara con la mejor actuación posible de los llamados hombres
de negro.
Sin
embargo, más allá de las equivocaciones al parecer intrínsecas en el arbitraje
cubano, en los últimos días dos acontecimientos han dejado bastante mal parados
a quienes deben regir lo estipulado dentro de un diamante beisbolero.
En primer
lugar, estuvo la famosa jugada del Latinoamericano, que nunca debió llegar a
dilucidarse por el video, porque sencillamente no estaba incluida en la lista
de posible consulta. Lázaro Vargas probablemente no pensó nunca que a partir de
ahí vendría la debacle de su equipo y no pasó a mayores, quizás también por
respeto a la afición reunida por miles en el estadio Latinoamericano.
Por si
esto fuera poco, al comenzar el primer juego de la final entre los dos mejores
conjuntos del campeonato (demostrado en la clasificatoria y en las
semifinales), el director de los anfitriones se aparece con regalos para los
árbitros.
No sé si
esto está escrito EN BLANCO Y NEGRO en el Código de Ética de los árbitros, pero
si no está explícitamente, TIENE QUE ESTAR en el ADN de cada hombre dispuesto a
impartir justicia entre dos bandos. Para nada creo que esto haya incidido luego
en la actuación de los imparciales en el desafío de marras, pero la imagen
dejada realmente es bastante fea. En ningún deporte y en ninguna geografía he
visto esto.
También
me llamó la atención, para rematar, que desde hace rato no veo el minuto de
silencio para arriar la bandera después de las seis de la tarde, como fue
siempre costumbre en cada partido, y como nos enseñan a todos desde la primaria.
En fin,
que me da la impresión de que este 2014 el reglamento ha sido demasiado
flexible en demasiados aspectos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario