Un día
como hoy, hace 50 años, se dieron los primeros pedalazos de lo que sería
considerado con justeza uno de los fenómenos de masas más importantes del deporte
cubano: la Vuelta
ciclística a Cuba.
Luego de
aquella primera edición, que partió desde Santiago de Cuba, contó con 12 etapas y apenas
72 pedalistas del patio, la Vuelta
fue creciendo sucesivamente, y ya en su cuarta edición hubo participación
extranjera, con el polaco Henry Kowalsky como primer ganador
foráneo.
Figuras
como Sergio “Pipián”
Martínez, Aldo “El búfalo” Arencibia, Carlos Cardet, Eduardo Alonso, Pedro Pablo
Pérez o Arnold “El chiqui” Alcolea, pusieron bien en alto el nombre de los
competidores de casa, mientras que los soviéticos Serguei Sujorochenko o Dzhamolin Abdushaparov, se ganaron elogios por toneladas entre los más prestigiosos
visitantes.
Cuando vivía
uno de sus mejores momentos, en 1991, el denominado Período Especial forzó su
detención, y no fue hasta casi una década después, en 1999, que pudo retomarse.
Lo
arraigado que estaba el clásico del pedal en la memoria de los cubanos quedó
comprobado con el apoyo multitudinario del público en su regreso a las
carreteras del Verde Caimán.
A partir de 2005 la Vuelta pasó a formar parte del ranking América Tour de la Unión Ciclística
Internacional (UCI), con categoría 2.2, pero en 2011 volvió a ser suspendida
hasta hoy, cuando ya era considerada una de las más importantes de Latinoamérica y el Caribe.
En ocasión de este, su aniversario 50, las
autoridades deportivas cubanas no quisieron que la fecha pasara por alto y se
organizó el Clásico Camagüey-Habana, para aprovechar también las celebraciones
por los 500 años de la fundación de la villa de los tinajones, y se antoja
ideal el momento para homenajear, como mejor puede hacerse, que es pedaleando,
a esta institución del deporte cubano, que es la Vuelta.
Nosotros
no pedaleamos, pero desde nuestros sencillos puestos por lo menos dedicamos
unas líneas para recordar aquel 11 de febrero de 1964, cuando desde la Ciudad Escolar 26 de julio se
dio el pistoletazo de salida a la primera caravana multicolor. Azarosos han
sido estos 50 años, de los cuales 15 se han perdido el fenómeno de masas, pero
no perdemos la esperanza de seguir dando rueda.
1 comentario:
Lemay somos de el mismo pueblo,saludos,Carlos.
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