El certamen del orbe siguiente también lo vio despedirse sin preseas, y ya esto preocupa al segundo luchador más estable del estilo grecorromano.
Hace unos días no pudo mantener su cetro en el tradicional torneo internacional Granma, y rápidamente quisimos saber qué le sucede al camagüeyano.
“No pasa nada, es simplemente que me sentí indispuesto durante el combate semifinal contra el francés (Tarik Beldamani). Iba con ventaja 2-0, pero se me bloquearon los músculos, no me respondían, y terminando la pelea vomité. Parece que algo me cayó mal en el almuerzo de este día.”
¿Te preocupa eso de cara a las competencias que se avecinan?
“No mucho, creo que voy a poder hacer una buena preparación y volver a ser el luchador de antes.”
¿Cómo te has adaptado a las nuevas reglas?
“Me gusta bastante, tengo que adaptarme mejor todavía, pero ya conozco a buena parte de los rivales. Todavía me falta fogueo, más preparación y tomar mi ritmo, porque me canso mucho. Realmente el reglamento anterior me favorecía más, porque soy un luchador más bien táctico, que le gusta reservarse, y casi siempre ganaba en dos tiempos porque si no era yo el que marcaba más, por lo menos era el último en hacerlo por lo regular. Ahora hay que luchar los seis minutos porque por una parte te pueden marcar pasividad, y por la otra debes acumular todos los puntos posibles porque te pueden hacer falta si tu rival logra descontar.”
¿Planes para este año?
“No puedo decir que tengo el puesto seguro, pero si voy no tengo dudas de que obtendré el boleto a los Juegos Centroamericanos y del Caribe y los Panamericanos del año que viene, y también el oro en Veracruz.”
¿Y el Mundial?
“Eso son palabras mayores. Necesito acomodarme lo más rápido posible a los cambios, pero si lo logro conmigo hay que contar de nuevo.”
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