En la primera vuelta Pinar del Río dio vuelta a un resultado desfavorable 0-8 ante Industriales para ganarle en el último encuentro de esa serie bilateral. Muchos pensaron entonces que se trataría de un parteaguas, de una notable inyección de adrenalina para Pinar, capaz de sacarlo del sótano del campeonato cubano de béisbol.
Sin
embargo, nada sucedió; los pativerdes cerraron la fase preliminar en el último
puesto, y sin dar muchas señales de recuperación.
Llegó la
hora de pedir refuerzos, y salieron bastante bien, por lo que muchos
pensábamos, y yo al menos lo sigo pensando, que tiene equipo para mucho más.
Sin embargo, no les han salido las cosas, y aquí la mirada no puede ir hacia
quienes llegaron de otras geografías a fortalecer la nómina.
Una
plantilla que incluye a toleteros de la talla de Lorenzo Quintana, Donald
Duarte, Yovany Peraza y William Saavedra debe funcionar con el más mínimo
aporte de Alfredo Despaigne.
Además,
con tres buenos abridores como Yosvany Torres, Julio Alfredo Martínez y
Vladimir Baños (un lujo que muy pocos conjuntos de esta Liga pueden darse), sin
dudas la antigua Cenicienta podía luchar por un boleto a semifinales.
¿Qué les
ha pasado? Sencillamente que no le han podido funcionar bien la ofensiva y el
pitcheo de manera combinada, cuando una está bien, la otra anda mal, y así se
dificulta llegar a las victorias.
Acaban de
salir del Latinoamericano con una dolorosa barrida (dolorosa sobre todo porque
pudieron ganar los tres juegos, en los cuales fueron dejados al campo), y cada
uno de estos desafíos pesa una tonelada. Más aún porque se trató de un rival
directo por el boleto semifinalista, y además uno al cual ellos le juegan muy
bien, no por gusto son el único equipo en Series Nacionales que presenta
balance histórico favorable contra Industriales.
No me gusta descartar a nadie antes de tiempo, menos cuando se trata de una novena de las grandes en nuestro pasatiempo nacional, pero estos reveses pesan demasiado, y con Cienfuegos y Sancti Spíritus con casi los dos pies en los play offs, solamente una debacle de Matanzas o Industriales (y también de Villa Clara y Ciego) podría abrirles las puertas a los de Vueltabajo.
No me gusta descartar a nadie antes de tiempo, menos cuando se trata de una novena de las grandes en nuestro pasatiempo nacional, pero estos reveses pesan demasiado, y con Cienfuegos y Sancti Spíritus con casi los dos pies en los play offs, solamente una debacle de Matanzas o Industriales (y también de Villa Clara y Ciego) podría abrirles las puertas a los de Vueltabajo.
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