Discúlpame,
pero no puedo seguir hablando, esto me ha afectado demasiado, me dijo mi madre
del otro lado del teléfono. Acababa de darle la noticia de la muerte de Hugo
Chávez porque la había visto en vivo por Telesur y ella todavía no se había
enterado.
La
conversación familiar, que normalmente ocupa unos 10 minutos casi todos los
días, esta vez duró segundos. Así de duro fue el mazazo recibido.
Como es
de suponer, no tengo parentesco alguno con el presidente venezolano. Ni
siquiera tengo un familiar cumpliendo misión en cualquiera de las nobles tareas
con las cuales colaboran o han colaborado miles de cubanos en la hermana
Venezuela en esta última década.
Pero es
que Chávez era para nosotros como un hermano, un hermano siempre dispuesto a
tender su mano solidaria para intentar ganar esta interminable batalla cubana
contra los demonios.
Su
carisma y su personalidad calaron hondo en el cubano de a pie, que lo mismo rió
con sus ocurrencias, reflexionó con sus razonamientos o disfrutó verlo
encaramado en la lomita del estadio Latinoamericano, intentando convencer a
Fidel de que lo había ponchado.
Cualquier
cubano con dos dedos de frente debe saber que si pudimos “digerir” el crudo
Período Especial, en buena medida se debe a Chávez y su apoyo, no solamente
económico, sino también político, como defensor del tema Cuba en todas las
tribunas que nos fueron cerradas por pensar diferente.
Como pasó
en su momento con Máximo Gómez o el Che Guevara, Cuba acogió a Chávez como uno
más, y le acompañó en su última batalla contra la artera enfermedad que no
creyó en su estatura, la verdadera, la que se mide de la cabeza al cielo.
Parecía
que había ganado su combate, pero el enorme esfuerzo realizado en septiembre
para la campaña presidencial volvió a hacer mella en su anatomía, y esta vez
fue definitiva. Pero incluso así, de manera traicionera, no le vencieron, La Historia levantará su
mano en señal de victoria.
Ni yo ni
mi madre lo tuvimos frente a frente nunca, pero sí bien cerca pese a la
distancia física. Así sufrimos los cubanos la desaparición física de Chávez.
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