Hasta Mou consideró injusta la expulsión. |
Tuvo todo el tiempo del mundo para pensar su decisión, y a pesar de eso se equivocó. Si Nani llegó a advertir la llegada de Álvaro Arbeloa por detrás fue por un instante tan breve que le era imposible cambiar la dirección de su pierna derecha. Aún en ese caso no creo que hubiera merecido más que una amarilla.
A partir de ahí estamos hablando ya de otro partido, porque a Manchester todo le iba bien hasta ese momento.
Los dueños de Old Trafford habían puesto un espejo en la mitad de la cancha, como diciéndole al Madrid: ¿Así te gusta jugar?, pues así mismo te voy a jugar yo también. Le entregaron el balón a los merengues, que no sabían cómo llegar hasta el arco, con un Mezut Ozil escaso de ideas.
El encuentro se rompió definitivamente en ese minuto 56, y de ahí en adelante fue José Mourinho el que le ganó la partida a Sir Alex Ferguson en toda la línea.
El viejo zorro de Govan no pudo contener su enojo para pensar con cabeza fría, por eso equivocó los cambios o los hizo tarde, mientras que el de Setúbal movía sus piezas a la perfección, con la entrada de Luka Modric y la salida de Arbeloa (con una amarilla), y luego la de Pepe.
Los Diablos Rojos mostraban el mayor peligro, pero otras actuaciones excepcionales del arquero Diego López les cerraban una y otra vez el camino al gol. Solamente lo quebró Sergio Ramos, y porque de él no se lo esperaba.
Por cierto, si Mou sentaba a Iker Casillas siendo Adán toda una incógnita, ahora al Águila de Móstoles va a costarle bastante recuperar la titularidad.
Volviendo al encuentro, donde justo es decir que hubo otras jugadas polémicas en contra de los blancos, vale reiterar que cuando dos equipos se encuentran parejos, un “detallito” como la superioridad numérica puede inclinar la balanza hacia un lado.
En fin, como dije hace un tiempo con respecto al Barcelona cuando también fue ayudado por los árbitros en la Champions, si la cacareada Décima llega este año, llegará maculada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario