A esta generación le hace falta una remontada, había dicho días atrás
Xavi Hernández, tras caer 0-2 ante el Milán AC en el juego de ida
correspondiente a los octavos de final de la Liga de Campeones del
fútbol europeo.
Y estaba en lo cierto. A pesar de mostrar el juego más vistoso del planeta, no habían sido capaces de remontar marcadores adversos en topes de ida y vuelta, ni siquiera jugando el partido decisivo como anfitriones en el Camp Nou.
Eso fue hasta el martes. ¿Gracias a quién? No podía ser gracias a otro. Si en sus filas está el mejor jugador del Universo, es fácil saber hacia dónde mirar. En ningún equipo donde esté Lionel Messi se le puede perdonar al técnico que no se juegue alrededor y para Messi. Llámenlo Messidependencia o como quieran, pero ese es el carro que debe tirar de todos, y así se logran las remontadas históricas.
Como va Messi, va el Barca, y si él no aparece, al plantel le es muy difícil navegar con buen rumbo. En los encuentros anteriores en similares condiciones el nerviosismo se apoderó de los jugadores, y esta vez sus dos goles en el primer tiempo pusieron las cosas en su lugar.
De su mano, o sus piernas, para decirlo mejor, renació la esperanza cuando solamente los fanáticos del Barcelona la mantenían con vida. Luego se combinó todo lo demás: el mediocampo funcionó eficientemente, y la defensa mantuvo el arco en cero como pocas veces este año, justo cuando más lo necesitaban.
El equipo que parecía muerto renació de sus cenizas, y sigue siendo fiel a su estilo, que se me antoja lo más importante. Las dudas surgidas en el último mes, que hicieron a muchos pensar en el fin de un ciclo, ahora fueron acalladas de un golpe, y quizás desterradas definitivamente si el estado anímico del conjunto catalán logra mantenerse en las próximas semanas.
De disputar (o conservar, por la gran diferencia que posee) el título de la Liga española, ahora se apunta con fuerza otra vez como el principal candidato al trono del certamen más glamoroso del fútbol de clubes.
El viernes se hace el sorteo para el resto del certamen, y el nombre que ningún cuerpo técnico quiere tener en frente antes de la final será precisamente el del Barcelona.
Y estaba en lo cierto. A pesar de mostrar el juego más vistoso del planeta, no habían sido capaces de remontar marcadores adversos en topes de ida y vuelta, ni siquiera jugando el partido decisivo como anfitriones en el Camp Nou.
Eso fue hasta el martes. ¿Gracias a quién? No podía ser gracias a otro. Si en sus filas está el mejor jugador del Universo, es fácil saber hacia dónde mirar. En ningún equipo donde esté Lionel Messi se le puede perdonar al técnico que no se juegue alrededor y para Messi. Llámenlo Messidependencia o como quieran, pero ese es el carro que debe tirar de todos, y así se logran las remontadas históricas.
Como va Messi, va el Barca, y si él no aparece, al plantel le es muy difícil navegar con buen rumbo. En los encuentros anteriores en similares condiciones el nerviosismo se apoderó de los jugadores, y esta vez sus dos goles en el primer tiempo pusieron las cosas en su lugar.
De su mano, o sus piernas, para decirlo mejor, renació la esperanza cuando solamente los fanáticos del Barcelona la mantenían con vida. Luego se combinó todo lo demás: el mediocampo funcionó eficientemente, y la defensa mantuvo el arco en cero como pocas veces este año, justo cuando más lo necesitaban.
El equipo que parecía muerto renació de sus cenizas, y sigue siendo fiel a su estilo, que se me antoja lo más importante. Las dudas surgidas en el último mes, que hicieron a muchos pensar en el fin de un ciclo, ahora fueron acalladas de un golpe, y quizás desterradas definitivamente si el estado anímico del conjunto catalán logra mantenerse en las próximas semanas.
De disputar (o conservar, por la gran diferencia que posee) el título de la Liga española, ahora se apunta con fuerza otra vez como el principal candidato al trono del certamen más glamoroso del fútbol de clubes.
El viernes se hace el sorteo para el resto del certamen, y el nombre que ningún cuerpo técnico quiere tener en frente antes de la final será precisamente el del Barcelona.
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