Menuda como pocas en una especialidad donde la altura es el objetivo
fundamental, pero con una gracia, frescura y autoconfianza que la
colocan entre las mejores del planeta, Yarisley Silva parece lista para
codearse con la elite de su exigente modalidad.
Quizás con el solo impulso de sus pies la joven pinareña sea incapaz de superar un listón ubicado a 1.70 metros de altura, pero con la ayuda de una pértiga casi triplica esa marca, y cosecha medallas en certámenes de todos los tipos y en todos los confines del planeta.
El pasado año dio una clarinada cuando fue finalista en el Campeonato Mundial de Daegu, y luego derrotó a la monarca de esa justa, la brasileña Fabiana Murer, en los Juegos Panamericanos de Guadalajara.
Pero lo hecho el pasado 6 de agosto en los Juegos Olímpicos de Londres-2012 sobrepasó todas las expectativas. Cuando las esperanzas de la pértiga se concentraban con toda lógica en el subtitular del orbe Lázaro Borges, Yarisley sacó la cara antes de que se esfumaran con el inesperado fracaso de su compatriota horas más tarde.
Nos quedó el sabor de que pudo hacer más pese a igualar su primado nacional de 4.75 metros, pero ya con esa plata era historia, más aún porque aventajó a la leyenda de esta especialidad, la rusa Yelena Isinbayeva, otra vez en deuda en una gran competencia.
Se pudo pensar que esto era apenas un espejismo, pero 11 días después de haber conquistado ese segundo puesto en la justa londinense, Yarisley dominó la reunión atlética de Estocolmo, perteneciente a la Liga de Diamante de atletismo, donde se reúne lo mejor de esta modalidad.
Necesitó de apenas un salto para superar la marca de 4.70 metros e imponerse por delante de la alemana Silke Spiegelburg, segunda con 4.55, y de la brasileña Murer, quien lidera la clasificación general de la prueba en la Liga, tercera con idéntico 4.55.
Apenas 25 años de edad y un mundo por delante, todo literalmente bajo sus pies, cuando vuele en pos de nuevas conquistas y saque la casta de campeona que aparentemente posee.
Quizás con el solo impulso de sus pies la joven pinareña sea incapaz de superar un listón ubicado a 1.70 metros de altura, pero con la ayuda de una pértiga casi triplica esa marca, y cosecha medallas en certámenes de todos los tipos y en todos los confines del planeta.
El pasado año dio una clarinada cuando fue finalista en el Campeonato Mundial de Daegu, y luego derrotó a la monarca de esa justa, la brasileña Fabiana Murer, en los Juegos Panamericanos de Guadalajara.
Pero lo hecho el pasado 6 de agosto en los Juegos Olímpicos de Londres-2012 sobrepasó todas las expectativas. Cuando las esperanzas de la pértiga se concentraban con toda lógica en el subtitular del orbe Lázaro Borges, Yarisley sacó la cara antes de que se esfumaran con el inesperado fracaso de su compatriota horas más tarde.
Nos quedó el sabor de que pudo hacer más pese a igualar su primado nacional de 4.75 metros, pero ya con esa plata era historia, más aún porque aventajó a la leyenda de esta especialidad, la rusa Yelena Isinbayeva, otra vez en deuda en una gran competencia.
Se pudo pensar que esto era apenas un espejismo, pero 11 días después de haber conquistado ese segundo puesto en la justa londinense, Yarisley dominó la reunión atlética de Estocolmo, perteneciente a la Liga de Diamante de atletismo, donde se reúne lo mejor de esta modalidad.
Necesitó de apenas un salto para superar la marca de 4.70 metros e imponerse por delante de la alemana Silke Spiegelburg, segunda con 4.55, y de la brasileña Murer, quien lidera la clasificación general de la prueba en la Liga, tercera con idéntico 4.55.
Apenas 25 años de edad y un mundo por delante, todo literalmente bajo sus pies, cuando vuele en pos de nuevas conquistas y saque la casta de campeona que aparentemente posee.
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