Por Lemay Padrón Oliveros
Desde que fijó en grande sus metas, el luchador uzbeco Artur
Taymazov se puso el listón bien alto: quería emular al mejor luchador del Siglo
XX, el ruso Alexander Karelin, ganador de nueve títulos planetarios y cuatro
preseas olímpicas (tres oros y una plata).
El es la guía
en la lucha y estoy realmente muy feliz por haberlo igualado en el total de
medallas estivales. Pensé en eso todo el tiempo, era mi sueño y no pensaba en
nada más. Quise ser como él y lo he logrado, dijo tras imponerse en
Londres-2012 en la división de 120 kilogramos del estilo libre.
El georgiano
Davit Modzmanashvili era su último escollo, y lo salvó con una clara victoria
1-0 y 1-0, para sellar una competición brillante, pues no permitió puntos en
contra en sus cuatro combates, y entre ellos incluyó una pegada en semifinales
contra el estadounidense Tervel Dlagnev.
Ese oro lo sumó
a los obtenidos en Atenas-2004 y Beijing-2008, así como también a la plata de
Sydney-2000, cuando vio de cerca la última incursión oficial de su ídolo.
De esta manera
aventajó a Alexander Medved, de la antigua Unión Soviética, quien dominó las
justas de Tokio-1964, México-1968 y Munich-1972 y siete Mundiales, pero no
estuvo en una cuarta Olimpiada.
Dispuesto a
vencer o morir, como declaró posteriormente, Taymazov encaró a sus 33 años su
posible último gran evento y el final no pudo ser más feliz, al convertirse en
el único gladiador de su estilo en ganar cuatro metales en citas bajo los cinco
aros.
Para llegar
aquí el trayecto no fue nada fácil, pues no pudo obtener su boleto a Londres en
el Mundial de Estambul-2011 al caer en cuartos de final contra el propio
Dlagnev, y debió imponerse en el preolímpico de Astana, Kazajstán, el pasado
mes de marzo.
Solamente el
ruso David Mussulbes tuvo el privilegio de derrotarlo en unos Juegos Olímpicos,
y de él se vengó ocho años más tarde, cuando Mussulbes se había mudado a
Eslovaquia porque no hacía equipo en Rusia, tras perderse la cita de
Atenas-2004.
RUSO DEVENIDO UZBECO
Hermano menor de Timur
Taymazov, quien bajo la bandera de Ucrania se coronó en los Juegos de
Atlanta-1996, tras finalizar segundo en los de Barcelona-1992 en los 100 kilos,
el pequeño Artur nació en la región rusa de Osetia, la cuna de los grandes
luchadores de ese país.
Sin embargo,
sus primeros pasos en el deporte fueron en levantamiento de pesas, hasta que a
los 11 años en su natal Ordzhonikidze se abrió un club de lucha, y ahí cambió
totalmente su vida.
En
representación del país más grande del mundo compitió en los Juegos Mundiales
Juveniles de Moscú-1998, en la categoría cadetes y en la división de 95 kilos,
pero al verse fuera del equipo principal cuando saltó a los mayores, siguió los
consejos de su hermano y cambió de nacionalidad.
Rápidamente
Uzbequistán aceptó sus servicios y Taymazov
le pagó con creces, al conquistar los primeros lugares en el preolímpico y en
los Juegos de Asia, y la plata de Sydney-2000, primera presea para la lucha de
ese país en justas cuatrienales. La suerte estaba echada.
Su primera
corona mundial la obtuvo en Nueva York-2003, cuando el puesto de Rusia se lo
llevó Kuramagomed Kuramagomedov, un luchador que no se le hacía tan complicado
como Mussulbes, quien le infligió duros reveses en los Mundiales de Sofía-2001
y Teherán-2002.
Tras
encumbrarse en Atenas-2004 volvió a ceder el trono en los certámenes del orbe
de Budapest-2005 y Bakú-2007, aunque ganó en Guangzhou-2006, pero en
Beijing-2008 no dejó margen a dudas y retuvo el cetro estival.
Este ciclo
olímpico tampoco fue brillante (segundo lugar en Moscú-2010 y octavo en
Estambul-2011), pero en Londres volvió a dejar claro su mensaje: por delante de
mí, solamente Karelin.
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