Sánchez-García: la poesía en un tanque de clavados
Por Lemay Padrón Oliveros
Nadie en el mundo se atreve a hacerlo,
ya sea por peligrosidad o por evitar el riesgo innecesario, pero los mexicanos
Iván García y Germán Sánchez dejaron boquiabierto al mundo entero con su cuarto
salto en el concurso de clavados de Londres-2012.
En ese momento iban
quintos en la final de plataforma sincronizada a 10 metros, pero luego de
una buena ejecución, detalles de la entrada al agua aparte, saltaron hasta el
segundo puesto, y no lo perdieron más.
García reveló luego
de concluir la competencia que jamás se preocuparon por empezar en el último
lugar después de dos rondas porque esos dos clavados nunca los hacen bien y
quedaban cuatro con mucha dificultad, buenos para remontar.
Pocos incluyen en su
programa el brinco de cuatro vueltas y media al frente con impulso; sin impulso
lo hacen ellos dos nada más, y el Complejo Acuático de Londres fue el escenario
perfecto para gritarlo a los cuatro vientos.
Horas antes, García,
de 21 años, por 20 de su compañero,
perdió algo de confianza en la ejecución ensayada una y mil veces.
Lo había fallado dos
veces. Le pregunté a Germán si lo repetía y me recordó que a la tercera va la
vencida y mejor lo hacíamos en la competencia. Yo sabía que nos iba a salir
bien, entonces cerré los ojos y di gracias por lo que iba a vivir, declaró.
Ambos monstruos con
caras de niño se detuvieron al borde de la plataforma, respiraron profundo,
contaron "Uno, dos, tres..." y
dieron el salto al vacío, o mejor dicho, a la gloria.
Los chinos podrán
presumir de sincronización y técnica perfecta, pero los mexicanos acaban de
poner la poesía y ganar el título de este planeta, porque sencillamente lo de
los chinos es extra humano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario