Si me preguntaran a mí yo no tendría dudas, para mí sería el remero Sir Steve Redgrave, cinco veces campeón olímpico, pero el legendario regatista declinó la oferta porque ya había portado el fuego olímpico en el transcurso del recorrido, según fuentes de la nación sede.
El nombre del encargado de iluminar naturalmente el estadio Olímpico de Stratford sigue en el campo de la especulación, y se menciona a atletas ilustres del pasado en la nación europea como el futbolista David Beckham, el declatonista Daley Thompson, el triplista Jonathan Edwards, y los corredores Kelly Holmes y Sebastian Coe, estos cuatro últimos ya retirados.
También se coloca en ese listado a deportistas todavía activos como los ciclistas Bradley Wiggins y Chris Hoy.
Algunas fuentes incluso adelantan que el encendido del pebetero no será un privilegio de una sola persona, sino de un grupo de personajes célebres, incluidos artistas famosos como Paul McCartney o Mick Jagger.
Desde el espectacular disparo del paralímpico Antonio Rebollo en Barcelona-1992 nadie ha podido superar ese momento mágico, al menos esa es mi modesta apreciación.
Si es cierto lo de Redgrave, yo me inclinaría por algo más emotivo, y para eso se pinta solo Sir Bobby Charlton, el santo y seña del fútbol en el Reino Unido, y el ícono quizás más reconocido universalmente.
El campeón mundial de fútbol de Inglaterra-1966, a mi juicio el momento más alto del deporte de ese país en toda su historia, es un serio candidato a encaramarse en lo alto del principal escenario de competencias de Londres-2012, y es mi candidato sustituto por Redgrave.
Pero bueno, ni yo estoy en Scotland Yard ni tengo una bola de cristal, así que hasta este viernes no sabremos la verdad.
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