Por Lemay Padrón Oliveros
Cuatro
años atrás, el boxeador cubano Julio César La Cruz era el más triste en la principal escuadra
antillana: no había podido conseguir el boleto olímpico en dos intentos
consecutivos.
Pese a
ser una figura de reciente ingreso en el combinado de élite, La Cruz ansiaba debutar en
grande, y esos fracasos le colgaron el Sambenito de que no ganaba fuera de
Cuba, lo cual le costó estar fuera del conjunto de lujo en los dos siguientes
años.
Sin
embargo, como confesó en exclusiva para este espacio, ese revés no le hizo bajar los
brazos.
“Nunca
bajé la guardia, me preparé con el entrenador Ramiro Basulto en mi provincia
(Camagüey), y por el contrario, puse más interés, voluntad y disciplina. Ahora
estoy más concentrado que nunca, y convencido de que se puede perder un año del
ciclo olímpico, pero lo importante es cerrar arriba.”
¿Entonces
vas por sacarte la espina?
“Tengo
una deuda, siempre me he dicho eso; la vida me ha dado la oportunidad de
vengarme y este es un gran momento para mí. Me alegra saber que en este momento
mucha gente está orgullosa por mi buen momento, y no los voy a defraudar.”
¿Con qué
cuentas para eso?
“He
incrementado el trabajo en los planos bajos, porque puede ser una buena arma
para los Olímpicos. Campeones ya retirados me dieron ese consejo, porque todo
boxeador debe tener un buen arsenal técnico y táctico. Todo eso sumado a la
esquiva y la velocidad de reacción que siempre me ha caracterizado, y me dio el
título del mundo el año pasado.”
¿Cuánta
gente pasa por tu mente en cada triunfo?
“Bueno,
he sentido el apoyo de mucha gente, desde mi familia, mi madre, Ana de la Caridad Cruz, y mi mujer
principalmente, hasta el entrenador Raúl Fernández y la prensa, que siempre me
ha apoyado. Siempre que subo al ring tengo en mi mente a mi pequeña niña Shane La
Cruz Reyes, quien va a cumplir años el
próximo 31 de agosto y le quiero regalar la medalla de oro.”
¿Qué me
dices del resto de los muchachos, en tu condición de capitán?
“El
nuestro es un equipo joven, con deseos de ser campeones y seguir la senda
victoriosa del boxeo. Desde nuestra trinchera no vamos a defraudar.”