Se fue la
primera vuelta de la Serie Mundial
de boxeo en su cuarta edición, y Cuba la despidió por todo lo alto, como el
único equipo invicto en su llave B, y apenas cuatro combates perdidos en 25
presentaciones.
El último
tope quedó un poco por debajo de lo esperado, porque una vez más Yasniel Toledo
no se presentó a buena altura. No sé si su problema es de entrenamiento, porque
estuvo sancionado a finales de año -pero siempre se dijo que se mantenía en
forma-, o de adaptación a este otro boxeo, porque en el tradicional brinda
siempre muy buenas demostraciones.
Espero
que la derrota lo haga reflexionar y se prepare con más ahínco para los
encuentros venideros, aunque a partir de ahora quizás la nómina de los
Domadores comience a dar paso a las figuras más jóvenes.
Se vienen
dos topes aparentemente sencillos en La Habana ante los Guerreros de México y los Húsares
de Polonia, a quienes barrimos como visitantes, y creo que es momento de darle
agua al dominó, para ver en acción a muchachos como Kevin Brown o Jorge Luis
Cordero, por solamente mencionar dos.
El
balance de esta primera vuelta ha demostrado que el boxeo cubano sigue siendo
muy potente, pero a la vez dejó claro que cuando suba el nivel del rival, no se
puede regalar nada y las apuestas seguras no pueden fallar.
Quizás es
el momento precisamente para que estos cinchetes se tomen un descanso y
perfilen sus estrategias de cuartos de final hacia delante, la etapa realmente
crucial en esta WSB.
No creo
que finalicemos invictos, porque además de probar nuevas figuras, nos queda un
tope durísimo en Rusia, pero al final no es eso lo más importante, sino poder
preservar a nuestras figuras como han hecho los demás planteles.
A estas
alturas solamente hemos visto a los mejores de cada división en las franquicias
más modestas, las de verdaderas aspiraciones nos han escondido la bola,
mientras nosotros les enseñamos nuestras mejores armas. Eso ni es nuevo, ni nos
ha salido tan mal a través de la historia, porque en definitiva casi siempre
gana el mejor, pero es innecesario arriesgarnos ahora en una lid en la cual el
contrario tiene más tiempo sobre el encerado para esperar por su oportunidad.
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