viernes, 24 de enero de 2014

Rally Dakar: La fiesta poco amistosa de los Mini

Por Lemay Padrón Oliveros

Los Mini entraron a la meta en caravana.
La escudería Mini X-Raid tiene motivos suficientes como para festejar, tras copar el podio del recién concluido Rally Dakar, pero lo que se movió tras bambalinas en las últimas jornadas puede haber aguado la fiesta colectiva.
   El piloto español Joan 'Nani' Roma, ganador en la clasificación general, iba delante a falta de tres fechas para la conclusión, separado por poco más de dos minutos de su compañero de equipo, el francés Stéphane Peterhansel, cuando el jefe de la escudería, Sven Quandt, ordenó que mantuvieran las posiciones hasta el final.
   Peterhansel, quien dejará Mini este año, cumplió el instructivo a regañadientes, con declaraciones cargadas de ironía hacia su compañero, y en la penúltima etapa incluso le arrebató el liderato al catalán, como para demostrar que se sentía capaz de ganar su decimosegundo Dakar, pero el dueño del plantel no le dejaba.
   Al final 'Nani' lo sobrepasó en la última jornada, para de paso convertirse en el tercer piloto capaz de ganar el Dakar en moto y coche, algo que sólo habían logrado el propio Peterhansel, conocido como Monsieur Dakar, y el también francés Hubert Auriol.
   Con respecto a la rivalidad con el galo, acostumbrado a ser el líder de la escudería, Roma desmintió llevarse mal con él, pese a que al final la lucha por el título y las órdenes de equipo hayan provocado entre ambos cierto distanciamiento.
   Cuando se producen situaciones como este año, las cosas se complican, pero con Stéphane no he tenido ningún problema. Hasta el último día hemos dormido en el mismo 'motorhome', hemos viajado juntos, siempre nos hemos saludado; o sea, que no pasa nada, comentó.
   Polémica aparte, la Mini logró completar un podio histórico con Roma a la cabeza, a poco más de cinco minutos de Peterhansel, y con casi una hora por delante del excéntrico millonario catarí Nasser Al-Attiyah.
   El mejor latinoamericano en esta prueba fue el argentino Orlando Terranova, quien terminó en el quinto puesto de la general y ganó una etapa, pero fue el chileno Ignacio Casale el único capaz de coronar un podio, al imponerse en cuadriciclos.
   No puedo creer que gané el Dakar. Estoy en shock, muy emocionado, no me puedo dar cuenta de todo lo que hecho. Lo hemos logrado, los sueños se cumplen, dijo Casale al llegar a la meta en la ciudad chilena de Valparaíso, tras lograr el primer título para su país en la competencia de alto riesgo.
   El español Marc Coma fue campeón en motos por cuarta vez, luego de casi dos semanas y de unos nueve mil kilómetros por caminos bien duros de Suramérica, matizados por la gripe y las anginas que le atacaron durante media carrera.
   Sumado al triunfo de Roma en la categoría reina, los dos pilotos catalanes rompieron el dominio francés de los últimos dos años, con Cyril Despres, en motos, y Stéphane Peterhansel, en coches.
   La dureza de la versión de este año, que incluyó por primera vez a Bolivia, quedó patentada en el hecho de que de los 431 vehículos iniciales, sólo 206 largaron en la última etapa; es decir, más de la mitad se quedó en el camino.
   Entre ellos se incluye al belga Eric Palante, encontrado muerto al lado de su moto Honda por causas aún desconocidas durante la quinta etapa, horas después de que también murieron un periodista y un aficionado al deporte motor al desbarrancarse la camioneta en la cual viajaban siguiendo la carrera.
   Como aspecto positivo, vale destacar que más de cuatro millones de personas  asistieron al paso del Rally Dakar en su sexta edición disputada en Suramérica.
   Estas son cifras enormes. No hay  muchas competiciones de deportes mecánicos que atraigan a tanta gente durante tanto tiempo, afirmó el director de la carrera, el francés Etienne Lavigne, quien añadió que para próximos años ha recibido solicitudes de Ecuador y Colombia para sumarse al trazado.

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