viernes, 5 de diciembre de 2014

Kevin Mejías, orgullo catracho

Por Lemay Padrón Oliveros

Veracruz.- Casi un siglo ha transcurrido desde la celebración de los primeros Juegos Centroamericanos y del Caribe, y largo de sus primeras 21 ediciones jamás un atleta de Honduras logró más de una presea en una misma cita, en un deporte que no sea multimedallista.
   Apenas tres antecedentes existen en la historia centrocaribeña del deporte catracho, y todos fueron en disciplinas donde un mismo deportista puede aspirar a varias coronas sin incursionar en modalidades diferentes, ni formar parte de un equipo.
   En México-1990 la jinete Teresa Mills fue plata en gran premio individual de salto y concurso completo de salto, y la nadadora Ana Fortín obtuvo platas en 100 y 200 espalda, mientras que su hermana Claudia fue oro en 200 y plata en 400 combinados en Ponce-1993.
   Debió llegar la edición 22, la de Veracruz, para que Kevin Mejías se llevara también este honor, y no en una disciplina donde se puede aspirar a varias preseas a la vez, sino en la lucha, compitiendo tanto en el estilo libre como en el grecorromano.
   Sus dos preseas bronceadas redondearon la mejor actuación histórica hondureña en este tipo de lides, con balance de una medalla de oro, dos de plata y nueve de bronce.
   El único hondureño en ostentar una medalla de bronce en un Mundial de lucha en categoría cadete, se convirtió también en el primero de su país en escalar dos veces el podio en una misma cita regional, gracias a sus terceros puestos en las divisiones de 98 kilogramos del estilo grecorromano, y 97 del libre.
   Instantes después de pasar a la historia, conversamos en exclusiva con él, en específico sobre lo complejo de entrenar a la vez dos estilos tan diferentes.
   “Es muy complicado, porque entrené poco en libre y casi todo fue greco, que es la que considero más fuerte, pero mis inicios fueron en el estilo libre y por eso no me costó tanto. Solamente cuando tengo problemas en las rodillas evito la libre, porque me puedo lesionar con más facilidad.”
   Sobre su histórico resultado, confesaba incrédulo:
   “Creo que soy el primero que lo hago. Honduras había agarrado solo tres medallas en Mayagüez-2010 y ahora hay como 12, todo el país está contento y yo también”.
   Solamente dos derrotas encajó Mejías en Veracruz-2014, una el primer día contra el cubano Yasmany Lugo, y otra el último, frente al mexicano Jesse Ruiz, pero según confesó, la pelea más difícil fue la primera.
   “La pelea más difícil fue en greco, con Yasmany Lugo. Normalmente él va por el otro lado del organigrama, pero esta vez me tocó en el mío y me ganó. Me saca mucho tamaño y experiencia, porque casi estoy empezando, con solamente seis años de trabajo”.
   Los resultados de Honduras en estos Juegos, en sentido general, se deben a un mayor soporte económico estatal.
   “Antes casi no había apoyo, pero ahora el Comité Olímpico nos ayuda más porque hemos tenido buenos resultados. En los Centroamericanos como tal somos nosotros la potencia en la lucha”.
   Las nuevas metas de Kevin llegarán el próximo año, cuando Toronto acoja la cita multideportiva continental.
   “Tengo el boleto a los Panamericanos y trataré de mejorar el resultado de aquí y tener una medalla. Me enfocaría más en greco porque es la que más me gusta y en la que mejor me siento”.
   Por si todo esto no fue suficiente para la familia Mejías, su hermano Jefrin también alcanzó una presea bronceada, en los 66 kilos de la modalidad grecorromana, la misma en la cual había sido tercero también en 2010. Nada, que los Mejías son un auténtico orgullo catracho.

No hay comentarios: