Veracruz.- Casi un
siglo ha transcurrido desde la celebración de los primeros Juegos
Centroamericanos y del Caribe, y largo de sus primeras 21 ediciones jamás un
atleta de Honduras logró más de una presea en una misma cita, en un deporte que
no sea multimedallista.
Apenas tres antecedentes existen en la
historia centrocaribeña del deporte catracho, y todos fueron en disciplinas
donde un mismo deportista puede aspirar a varias coronas sin incursionar en
modalidades diferentes, ni formar parte de un equipo.
En México-1990 la jinete Teresa Mills fue plata en gran premio
individual de salto y concurso completo de salto, y la nadadora Ana Fortín
obtuvo platas en 100 y 200 espalda, mientras que su hermana Claudia fue oro en
200 y plata en 400 combinados en Ponce-1993.
Debió llegar la edición 22, la de Veracruz,
para que Kevin Mejías se llevara también este honor, y no en una disciplina
donde se puede aspirar a varias preseas a la vez, sino en la lucha, compitiendo
tanto en el estilo libre como en el grecorromano.
Sus dos preseas bronceadas redondearon la
mejor actuación histórica hondureña en este tipo de lides, con balance de una
medalla de oro, dos de plata y nueve de bronce.
El único hondureño en ostentar una medalla de bronce en un
Mundial de lucha en categoría cadete, se convirtió también en el primero de su
país en escalar dos veces el podio en una misma cita regional, gracias a sus
terceros puestos en las divisiones de 98 kilogramos del estilo
grecorromano, y 97 del libre.
Instantes después de pasar a la historia, conversamos en exclusiva con él, en específico sobre lo complejo de entrenar
a la vez dos estilos tan diferentes.
“Es muy complicado, porque entrené poco en libre y casi todo fue greco,
que es la que considero más fuerte, pero mis inicios fueron en el estilo libre
y por eso no me costó tanto. Solamente cuando tengo problemas en las rodillas
evito la libre, porque me puedo lesionar con más facilidad.”
Sobre su histórico resultado, confesaba incrédulo:
“Creo que soy el primero que lo hago. Honduras había agarrado solo tres
medallas en Mayagüez-2010 y ahora hay como 12, todo el país está contento y yo
también”.
Solamente dos derrotas encajó Mejías en Veracruz-2014, una el primer día
contra el cubano Yasmany Lugo, y otra el último, frente al mexicano Jesse Ruiz,
pero según confesó, la pelea más difícil fue la primera.
“La pelea más difícil fue en greco, con Yasmany Lugo. Normalmente él va
por el otro lado del organigrama, pero esta vez me tocó en el mío y me ganó. Me
saca mucho tamaño y experiencia, porque casi estoy empezando, con solamente seis
años de trabajo”.
Los resultados de Honduras en estos Juegos, en sentido general, se deben
a un mayor soporte económico estatal.
“Antes casi no había apoyo, pero ahora el Comité Olímpico nos ayuda más
porque hemos tenido buenos resultados. En los Centroamericanos como tal somos
nosotros la potencia en la lucha”.
Las nuevas metas de Kevin llegarán el próximo año, cuando Toronto acoja
la cita multideportiva continental.
“Tengo el boleto a los Panamericanos y trataré de mejorar el resultado
de aquí y tener una medalla. Me enfocaría más en greco porque es la que más me
gusta y en la que mejor me siento”.
Por si todo esto no fue suficiente para la familia Mejías, su hermano
Jefrin también alcanzó una presea bronceada, en los 66 kilos de la modalidad
grecorromana, la misma en la cual había sido tercero también en 2010. Nada, que
los Mejías son un auténtico orgullo catracho.
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