miércoles, 10 de diciembre de 2014

Orgullo cubano

Por Lemay Padrón Oliveros 

¿Cómo es que ustedes pueden ser tan buenos en todo?, me preguntaba un mexicano pocas horas después de finalizados los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz-2014.
La escena tuvo lugar en una Terminal de ómnibus del Distrito Federal, y al asistente de transporte intenté explicarle sucintamente las bondades el sistema deportivo cubano, que empieza desde la niñez a través de diferentes niveles, con énfasis en los principales talentos encontrados a todo lo largo y ancho del país, la mayoría becados en escuelas especiales, etc.
No, me dijo antes de que prosiguiera demasiado, no me refiero solamente al deporte. Es que ustedes son muy buenos en cine, música, medicina, ciencia, ¿Cómo puede un país tan pequeño y con tan pocos millones de habitantes sobresalir en tantas cosas?
Confieso que mi estado físico no estaba como para dar largas explicaciones, luego de varias semanas de trabajo intenso y un viaje de seis horas desde Veracruz hasta la capital, pero la halagadora pregunta borró todo viso de cansancio, y traté de explicarle someramente la calidad del sistema educativo cubano en todas las edades.
Sí, porque el bache cualitativo de hace unos años todavía no ha salido a relucir en los graduados universitarios, y ojalá todavía estemos a tiempo de atajarlo antes que los niños que pasaron por una primaria o secundaria deficiente se inserten en el mercado laboral.
Problemas tenemos para exportar, eso lo sabe todo el mundo, pero el bien más preciado que es la educación de las nuevas generaciones, ha estado siempre entre las prioridades de este país.
No es secreto que se trata de un proceso costoso, y que demanda sobre todo mucho tiempo y paciencia de los educadores, pero en pos del resultado final nada debe escatimarse. Así más o menos respondí al muchacho.
Reitero, la pregunta no me tomó en el mejor momento, pero ante interrogatorios como el que me hicieron, ningún cubano, esté donde esté, debe dejar de sentir su pecho inflado de tanto orgullo.

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