El sueño de toda su vida, el objetivo fundamental de su existencia, el título del mundo de ajedrez, se ve cercano en el horizonte del genial prodigio noruego Magnus Carlsen, quien desde el sábado se encontrará más cerca que nunca de conseguirlo.
Enfrente tendrá a un
legítimo campeón, el indio Viswanathan Anand, quien no dudó en apelar al apoyo
de sus parciales para mantener el trono, que se disputará en su natal Chennai
(antigua Madrás), donde todo está preparado desde este jueves para celebrar por
todo lo alto la victoria del ídolo local.
Pero aunque el pleito sicológico va más allá de los tableros, será sobre estos donde se dirima la batalla más crucial, la de la juventud contra la experiencia, la de la ambición contra el orgullo, la del retador contra el monarca.
Varios meses llevan ambos preparándole «sorpresas» al otro, reforzando todos los aspectos posibles de su juego y corrigiendo cualquier detalle por el que se les pueda escapar un triunfo, en un duelo que a nivel mundial ha levantado tantas expectativas como los antiguos enfrentamientos entre las dos K: Kárpov-Kaspárov.
La razón es simple: por primera vez en muchos años se ven tablero por medio los dos mejores trebejistas del planeta, más allá de los discutibles procesos de clasificación de los últimos tiempos y del séptimo lugar actual del indio en el listado planetario, y el combate luce parejo.
A lo largo de la historia se han enfrentado más de 30 veces, con balance favorable al asiático 15-11 contabilizando solamente las victorias de todo tipo, pero si reducimos el margen a las partidas tradicionales, por las cuales se dirimirá el trono, la diferencia queda en 7-4, de nuevo a favor de Anand, aunque los dos últimos desenlaces favorables han sido para el nórdico (el más reciente en junio pasado), que no pierde con su rival desde 2011 en un encuentro de este tipo.
Fue con la apertura Ruy López con la que el vigente titular sacó la mayor ventaja en sus duelos bilaterales, pero Carlsen la desechó en los últimos enfrentamientos y sacó mejores dividendos conla
Nimzo-india y la defensa Siciliana.
Serán 12 partidas con piezas alternas en el hotel Hyatt Regency, y de concluir en empate luego de otros cuatro choques rápidos de 25 minutos el día 28, por supuesto que el trono sigue en poder del asiático, por eso es que el Mozart de los trebejos ha preparado con tanto ahínco sus nuevas «sinfonías», listo para ejecutarlas en el propio patio del Rey.
Carlsen sabe que está frente a su oportunidad de oro, pese a ser muy joven todavía, y no debe dejarla escapar, quién sabe cuándo tendría otra similar.
Pero aunque el pleito sicológico va más allá de los tableros, será sobre estos donde se dirima la batalla más crucial, la de la juventud contra la experiencia, la de la ambición contra el orgullo, la del retador contra el monarca.
Varios meses llevan ambos preparándole «sorpresas» al otro, reforzando todos los aspectos posibles de su juego y corrigiendo cualquier detalle por el que se les pueda escapar un triunfo, en un duelo que a nivel mundial ha levantado tantas expectativas como los antiguos enfrentamientos entre las dos K: Kárpov-Kaspárov.
La razón es simple: por primera vez en muchos años se ven tablero por medio los dos mejores trebejistas del planeta, más allá de los discutibles procesos de clasificación de los últimos tiempos y del séptimo lugar actual del indio en el listado planetario, y el combate luce parejo.
A lo largo de la historia se han enfrentado más de 30 veces, con balance favorable al asiático 15-11 contabilizando solamente las victorias de todo tipo, pero si reducimos el margen a las partidas tradicionales, por las cuales se dirimirá el trono, la diferencia queda en 7-4, de nuevo a favor de Anand, aunque los dos últimos desenlaces favorables han sido para el nórdico (el más reciente en junio pasado), que no pierde con su rival desde 2011 en un encuentro de este tipo.
Fue con la apertura Ruy López con la que el vigente titular sacó la mayor ventaja en sus duelos bilaterales, pero Carlsen la desechó en los últimos enfrentamientos y sacó mejores dividendos con
Serán 12 partidas con piezas alternas en el hotel Hyatt Regency, y de concluir en empate luego de otros cuatro choques rápidos de 25 minutos el día 28, por supuesto que el trono sigue en poder del asiático, por eso es que el Mozart de los trebejos ha preparado con tanto ahínco sus nuevas «sinfonías», listo para ejecutarlas en el propio patio del Rey.
Carlsen sabe que está frente a su oportunidad de oro, pese a ser muy joven todavía, y no debe dejarla escapar, quién sabe cuándo tendría otra similar.
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