Por Lemay Padrón Oliveros
Santiago de Chile acogerá desde este jueves el Campeonato
Panamericano de boxeo, y Cuba asistirá con una misión inédita: recuperar
el trono perdido en la versión anterior.
Hace
tres años, en Quito, la escuadra nacional regresó apenas con dos
medallas de oro, demasiado poco para el equipo que ha reinado en todo
tipo de competiciones, desde Juegos Olímpicos hasta Centroamericanos.
Ahora
la nómina es joven, pero muy talentosa. El de mayor aval es Robeisy
Ramírez, el flamante campeón olímpico de Londres-2012, pero se trata de
un boxeador con solamente 19 años, y que, por demás, debutará
internacionalmente en la división de 56 kilogramos.
Además,
vuelve a los cuadriláteros luego de haber sido intervenido
quirúrgicamente, con apenas algunos combates de fogueo en la Finca del
Wajay.
No
obstante, será el hombre grande de la escuadra, porque la gran mayoría
de los otros nueve integrantes del equipo debutan internacionalmente.
Amén
de alguna participación en certámenes por invitación, el otro con una
lid importante sobre sus hombros es Pablo Vicente Carmona (60 kilos),
quien estuvo en la capital ecuatoriana hace tres años, y volvió sin
preseas.
El
nivel de la región ha subido bastante en los últimos años, en buena
medida por los propios colaboradores cubanos que se han diseminado por
toda la geografía americana, pero lejos de la potencia de la mayor de
las Antillas, con todo y que no asista con su mejor escuadra.
Leinier
Eunice Peró (91), Yoandy Toirac (más de 91) y Arisnoidys Despaigne (69)
son perfectamente capaces de dominar en sus respectivas categorías, y
esto podría ser suficiente para recuperar el primer puesto por países,
sin descartar a los demás.
Por
delante tendrán algunos huesos duros que desbancar, procedentes de
Venezuela, Ecuador, Brasil y Estados Unidos (ausente hace tres años),
los otros candidatos al primer puesto general, más algunas
individualidades de otras naciones.
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