Por Lemay Padrón
Oliveros
El duelo del siglo, el que todos
esperaban, al fin va a darse. De una vez por todas sabremos quién es el mejor
del mundo, si el actual campeón planetario, o el dominador del listado
universal en los últimos años: el indio Viswanathan Anand o el noruego Magnus
Carlsen.
Pareció un final de thriller hollywoodense, o parte de la
saga del agente 007, porque aconteció en Londres, pero fue sobre tableros de
ajedrez, uno de los escenarios más apacibles que el mundo del deporte puede
mostrar.
Allí, Carlsen se ganó el derecho de retar al actual campeón del mundo, el indio Anand, luego de imponerse en el Torneo de Candidatos organizado en la capital británica ante otros siete contrincantes.
Sin embargo, lo que muchos pensaban sería un triunfo cómodo del nórdico, a juzgar por su excepcional calidad, no lo fue tanto.
Las primeras jornadas vieron al llamado Mozart del ajedrez campear por su respeto, pero a última hora se le enredó la pita con una derrota encajada ante el ucraniano Vassily Ivanchuk en la antepenúltima ronda, que lo puso segundo por detrás del ruso Vladimir Kramnik.
En la siguiente fecha el dueño del impresionante Elo de dos mil 872 unidades recuperó la punta (por desempate), pero a la ronda conclusiva llegaron ambos con similares opciones de coronación, aunque el de Rusia necesitaba un tropiezo del de Noruega. Y así aconteció. Sorprendentemente el considerado por muchos mejor jugador del mundo no pudo imponerse con piezas blancas ante otro ruso, Peter Svidler, quien luego de 48 jugadas de una apertura Española forzó el abandono del joven Gran Maestro escandinavo, incapaz de evitar la coronación de un peón de su contrario.
Luego del desplazamiento 27, Carlsen tenía solamente cinco minutos para 13 lances, y dos movidas más tarde el reloj indicaba apenas 1:20 para 11, una situación que jamás enfrentó en las rondas anteriores.
Alrededor de esos momentos colapsó la página digital del mayor diario noruego vg.no, al igual que otros servidores dedicados al juego ciencia, debido al alto número de visitantes intentando seguir los juegos en vivo.
Esos apremios de tiempo dejaron al nórdico muy mal parado, y al final sin opciones de imponerse.
Consumí mucho tiempo en jugadas buenas y otras no tan buenas. Definitivamente sobreestimé mi posición, y a medida que pasaba el tiempo tenía entonces muchas cosas por calcular en cada movida, dijo Carlsen en la conferencia de prensa, cuando momentáneamente estaba sin opciones porque la otra partida no había finalizado.
En la mesa contigua Kramnik se afilaba las uñas, pues ahora con solamente un empate volvería a optar por la corona ecuménica que ostentó de 2000 a 2007, cuando cedió ante Anand.
Sin embargo, el "mata gigantes" Ivanchuk estaba sentado enfrente y llevaba la ventaja al conseguir un buen planteamiento ante la defensa Pirc diseñada por el nacido en las costas del Mar Negro, presionado en los comienzos porque necesitaba la victoria, pues nunca imaginó que el genio de 22 años perdiera con trebejos claros.
Nuevamente el de Ucrania ratificó que es un ajedrecista imprevisible, pues junto a jugadas geniales comete errores de principiante. Además, su principal enemigo sigue siendo el reloj, pues dos de las tres primeras partidas las perdió por rebasar el tiempo de reflexión.
No obstante, la partida del adiós transcurrió por otros cauces. Se mostró más tranquilo, y, desconsolado, Kramnik tuvo que reconocer su derrota en el movimiento 41.
Tanto Carlsen como Kramnik finalizaron con 8,5 puntos, pero el primero ganó más partidas (cinco por cuatro), y por eso se enfrentará en noviembre al Tigre de Madrás en un duelo a 12 partidas.
Clasificación final:
-1. Carlsen Magnus (NOR) 8,5 puntos.
-2. Vladimir Kramnik (RUS) 8.0.
-3. Peter Svidler (RUS) 8.0.
-4. Levon Aronian (ARM) 8.0.
-5. Boris Gelfand (ISR) 6.5.
-6. Alexander Grischuk (RUS) 6.0.
-7. Vassily Ivanchuk (UCR) 6.0.
-8. Teimour Radjabov (AZE) 4.0.
Allí, Carlsen se ganó el derecho de retar al actual campeón del mundo, el indio Anand, luego de imponerse en el Torneo de Candidatos organizado en la capital británica ante otros siete contrincantes.
Sin embargo, lo que muchos pensaban sería un triunfo cómodo del nórdico, a juzgar por su excepcional calidad, no lo fue tanto.
Las primeras jornadas vieron al llamado Mozart del ajedrez campear por su respeto, pero a última hora se le enredó la pita con una derrota encajada ante el ucraniano Vassily Ivanchuk en la antepenúltima ronda, que lo puso segundo por detrás del ruso Vladimir Kramnik.
En la siguiente fecha el dueño del impresionante Elo de dos mil 872 unidades recuperó la punta (por desempate), pero a la ronda conclusiva llegaron ambos con similares opciones de coronación, aunque el de Rusia necesitaba un tropiezo del de Noruega. Y así aconteció. Sorprendentemente el considerado por muchos mejor jugador del mundo no pudo imponerse con piezas blancas ante otro ruso, Peter Svidler, quien luego de 48 jugadas de una apertura Española forzó el abandono del joven Gran Maestro escandinavo, incapaz de evitar la coronación de un peón de su contrario.
Luego del desplazamiento 27, Carlsen tenía solamente cinco minutos para 13 lances, y dos movidas más tarde el reloj indicaba apenas 1:20 para 11, una situación que jamás enfrentó en las rondas anteriores.
Alrededor de esos momentos colapsó la página digital del mayor diario noruego vg.no, al igual que otros servidores dedicados al juego ciencia, debido al alto número de visitantes intentando seguir los juegos en vivo.
Esos apremios de tiempo dejaron al nórdico muy mal parado, y al final sin opciones de imponerse.
Consumí mucho tiempo en jugadas buenas y otras no tan buenas. Definitivamente sobreestimé mi posición, y a medida que pasaba el tiempo tenía entonces muchas cosas por calcular en cada movida, dijo Carlsen en la conferencia de prensa, cuando momentáneamente estaba sin opciones porque la otra partida no había finalizado.
En la mesa contigua Kramnik se afilaba las uñas, pues ahora con solamente un empate volvería a optar por la corona ecuménica que ostentó de 2000 a 2007, cuando cedió ante Anand.
Sin embargo, el "mata gigantes" Ivanchuk estaba sentado enfrente y llevaba la ventaja al conseguir un buen planteamiento ante la defensa Pirc diseñada por el nacido en las costas del Mar Negro, presionado en los comienzos porque necesitaba la victoria, pues nunca imaginó que el genio de 22 años perdiera con trebejos claros.
Nuevamente el de Ucrania ratificó que es un ajedrecista imprevisible, pues junto a jugadas geniales comete errores de principiante. Además, su principal enemigo sigue siendo el reloj, pues dos de las tres primeras partidas las perdió por rebasar el tiempo de reflexión.
No obstante, la partida del adiós transcurrió por otros cauces. Se mostró más tranquilo, y, desconsolado, Kramnik tuvo que reconocer su derrota en el movimiento 41.
Tanto Carlsen como Kramnik finalizaron con 8,5 puntos, pero el primero ganó más partidas (cinco por cuatro), y por eso se enfrentará en noviembre al Tigre de Madrás en un duelo a 12 partidas.
Clasificación final:
-1. Carlsen Magnus (NOR) 8,5 puntos.
-2. Vladimir Kramnik (RUS) 8.0.
-3. Peter Svidler (RUS) 8.0.
-4. Levon Aronian (ARM) 8.0.
-5. Boris Gelfand (ISR) 6.5.
-6. Alexander Grischuk (RUS) 6.0.
-7. Vassily Ivanchuk (UCR) 6.0.
-8. Teimour Radjabov (AZE) 4.0.
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