Bien pobre fue
la imagen dejada por la selección cubana en su estreno en las
eliminatorias mundialistas rumbo a Rusia-2018.
Pudiera decirse
que el técnico lleva poco tiempo al frente de la escuadra, pero esto
es solamente una verdad a medias, porque fue el mismo entrenador en
los pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz-2014, y
en el Mundial sub-20 de Turquía-2013, al frente de la mayoría de
los futbolistas que tiene ahora bajo su mando.
Los que no tuvo
a sus órdenes en estos dos últimos certámenes, los dirigió en su
anterior paso al frente del combinado mayor, por eso no puede
hablarse totalmente de desconocimiento de los elementos.
Claro, con más
tiempo se supone que perfile mejor sus conceptos y trasmita con mayor
claridad sus ideas futbolísticas en esta nueva mezcla de jugadores,
pero no por eso se puede ser indulgente con lo apreciado en la visita
a Curazao.
No nos metieron
goles, es verdad, pero de puro milagro. Incontables fueron las
oportunidades creadas por los rivales, varios los disparos desde casi
todos los ángulos del campo, y hasta un balón se estrelló en la
escuadra. Es verdad, el autor del tiro dio la impresión de que no
sabía si había centrado o disparado a puerta, pero si esa pelota
llega al fondo de las redes, da igual, porque ya el portero cubano
estaba vencido y no era más que un espectador. Además, los
carrileros curazaleños casi siempre encontraron la manera de enviar
centros al área chica, aunque afortunadamente no encontraron buenos
remates.
Desde el punto
de vista ofensivo, fue demasiado monocorde el ataque cubano. Todo era
por el carril izquierdo, apelando a las habilidades individuales o la
velocidad de Maykel Reyes, casi siempre con balonazos desde la zona
zaguera. Pareció que el único con ideas frescas era el reemplazante
Alaín Cervantes, pero se le notó la falta de ritmo por la lesión
de la que viene recuperándose. De cualquier manera, el veterano de
aquella clarinada ante Costa Rica en las eliminatorias para
Alemania-2006 no está para jugar 90 minutos. Solamente Cervantes
pareció tener en el chip algo más que pasar al carril derecho, pues
intentó paredes por el centro y hasta remató al arco. Creo que ese
fue el único disparo a puerta de Cuba en toda la segunda mitad.
Con estas pocas
variantes, será muy difícil avanzar. Si en definitiva avanzamos
-hasta eso pudiera quedarnos demasiado lejos-, los oponentes
estudiarán muchas veces estas imágenes y anularán toda la ofensiva
cubana, por eso urge encontrar variantes.
Fue la primera
presentación de Cuba, pero si no se corrige el tiro lo más pronto
posible, no creo que podamos llegar a la hexagonal final de la
Concacaf, el objetivo anunciado al comienzo de estas eliminatorias.
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