miércoles, 10 de septiembre de 2014

Camagüey, otro renacido en la sub-23

Por Lemay Padrón Oliveros

La novena de Camagüey acaba de asegurar su pase a la discusión del trono en la Serie Nacional de béisbol sub-23, y al igual que hizo Santiago de Cuba, ilusiona a sus fanáticos con un posible renacer, a pocos días de iniciarse la Serie Nacional absoluta.
 Los agramontinos no tuvieron una primera fase espectacular, e incluso se clasificaron como segundos de su grupo, por detrás de Ciego de Ávila, que no ha sido ni su sombra en la etapa decisiva, pero se crecieron a la hora de la verdad.
Únicamente Artemisa, el otro finalista, ha sido capaz de ganarle en esta semifinal, y en ambos casos con estrechos marcadores de 6-7 y 6-9, lo cual augura una final atractiva y pareja.
 Desahuciados de la postemporada elite desde hace varias campañas, aunque no por falta de talentos, los camagüeyanos han logrado ahora bajo el mando de Rolando Hernández Echemendía sacar provecho de sus mejores armas y ganar los juegos necesarios, varios de ellos por una carrera, pero victorias al fin, incluidas las logradas ante Santiago, el de mejor balance en la clasificatoria, y Matanzas, el de mayor cantidad de figuras curtidas al máximo nivel nacional.
 A la ofensiva casi todo ha pasado por las muñecas de Leonel Segura (.344, 21  carreras anotadas y 17 impulsadas)  y Henry Quintero (.336, 29 anotadas, siete jonrones y 22 remolques), los mejores en las estadísticas conjuntas de clasificatoria y semifinal.
 Sin embargo, como sucedió con Artemisa, ha sido desde la lomita donde los tinajoneros han sacado mayor provecho, sobre todo gracias a los relevistas Rolando Rodríguez (3-0, 2.27 de Promedio de Carreras Limpias en 31.2 entradas de labor), Yosimar Cousin (2-1 , dos Juegos Salvados, 2.23 en 22 innings), y  José Ramón  Rodríguez (2-0, 7 JS, 0.96 y 22 ponches en 28 entradas de labor), para apoyar la labor de los abridores Lixander Hernández (4-3, 2.17 en 45.2 EL) y Dariel Góngora (4-4, 2.29 y 60 ponches en 55 episodios).
Unido esto a una aceptable defensa de .962, con 29 doble plays (terceros) y 14 cogidos robando ante 12 bases robadas a sus receptores, en un torneo en el que solamente tres equipos presentan balance positivo en este último aspecto, completan el coctel ganador para los nacidos en la tierra del Mayor Ignacio Agramonte.
 Seguramente algunos de ellos estarán dentro de unos días en la pelota elite cubana bajo las órdenes de Esteban Lombillo, quien tiene material interesante para estrenarse al frente del banquillo camagüeyano, con el objetivo de devolver la ilusión a una fanaticada cansada de tirar la toalla bien temprano en los últimos años.

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