La sorpresiva coronación de Brasil en el Campeonato Mundial de balonmano para damas debiera ser interpretada como una señal y un camino a seguir para el deporte cubano; uno más, no el único.
Lo logrado por el combinado auriverde fue tan importante, que es apenas la segunda ocasión en la historia en que un equipo no europeo logra el cetro del planeta en esta elitista disciplina, y la primera para un latinoamericano.
Además, llegaron al cetro sin haber tenido antes una progresión que apuntara tan alto, pues en el pasado certamen planetario, organizado en su propio país, no pasaron de cuartos de final, al igual que en los Juegos Olímpicos de Londres-2012. Ahora bien, ¿por qué un cambio tan radical?
Sencillamente porque están haciendo las cosas bien. En otras ocasiones he sostenido que si Brasil se pone en serio para el deporte muy pocos en el mundo pueden hacerle frente, con ese fondo de millones de habitantes entre los cuales hay talento suficiente para todas las disciplinas.
Llegó el turno ahora del balonmano, y el empujón ha sido notabilísimo, como muestra de que en muchas ocasiones la tradición en la práctica de una disciplina no es imprescindible para alcanzar grandes metas. Eso ha convertido a las multicampeonas panamericanas en titulares ecuménicas.
Para subir todos estos escaños las autoridades del gigante suramericano contrataron al entrenador danés Morten Soubak. Soubak lo ha ganado casi todo con el club austríaco Hypo NiederOsterreich, en el cual militan ocho internacionales brasileñas, lo cual le permite además trabajar casi permanentemente con el corazón de su plantel.
En total, apenas tres de las 16 integrantes del plantel juegan en su país, específicamente las más jóvenes, de 20, 21 y 23 años, respectivamente. Todas las demás forman parte de clubes de Europa, donde mejor se juega al balonmano en el mundo.
Llevado a nuestro plano doméstico la lectura es clara. Teniendo como techo nuestros campeonatos nacionales la mayoría de los deportes no puede desarrollarse. Podemos trabajar mucho la parte física, pero la técnica y la táctica solamente se perfecciona poniéndola en práctica al nivel más alto posible, y eso en estos momentos está en el mundillo profesional.
Ya se dieron los primeros pasos en teoría, ahora es necesario que se lleven adecuadamente a la práctica, para ver si algún día podemos festejar como estas brasileñas en las que nadie creía. Por supuesto, esto es pensando en grande, desde el punto de vista doméstico hay que empezar a trabajar con profundidad desde la base de la pirámide.
No hay comentarios:
Publicar un comentario