martes, 27 de septiembre de 2011

Adiós al mejor gimnasta español de todos los tiempos

Por Lemay Padrón Oliveros

Deferr en su última incursión olímpica.
Con el anuncio de Gervasio Deferr de retirarse del deporte activo, el deporte español perdió hace unos meses a su mejor gimnasta de todos los tiempos, cuando todavía podía mantenerse en competencia.
Consciente de que a sus 30 años ya no está en condiciones de optar realmente por una presea de alto nivel, el medallista de oro en salto en los Juegos Olímpicos de Sydney-2000 y Atenas-2004 decidió pasar al retiro.
Después de 15 años intentando quedar entre los tres mejores del mundo, seguramente podría seguir y clasificarme para los Juegos de Londres-2012, pero no ganar, y perder me quema el cuerpo, señaló.
No obstante, el también ganador de la presea de plata en manos libres en Beijing-2008, declaró que se mantendrá vinculado al deporte de sus amores, ese que descubrió con apenas cinco años.
De entrada el barcelonés fungirá como responsable técnico de gimnasia en el Centro de Alto Rendimiento de San Cugat y como miembro de la junta directiva de la Federación Española de la disciplina.
Además, el subcampeón en suelo en los Mundiales de Tianjin-1999, Debrecen-2002 y Stuttgart-2007 continuará al frente de su club en el barrio barcelonés de La Mina, orientado a introducir los fundamentos de la gimnasia a niños de familias poco favorecidas.
Esto se hace más difícil que unos Juegos Olímpicos, estoy temblando. Ha sido un placer y sólo puedo tener palabras de agradecimiento. Nunca dejaré de luchar por la gimnasia, señaló.
En su adiós, Deferr no olvidó la paciencia de sus entrenadores, especialmente de Alfredo Hueto, y aprovechó para agradecer la confianza que los técnicos depositaron en él a pesar de ser poco disciplinado.

REBELDE POR SIEMPRE

Sus primeros signos de rebeldía relacionados con el deporte corresponden al fútbol, pues siendo catalán de nacimiento osó convertirse en fanático del archirrival Real Madrid.
Precisamente al conjunto merengue debe en parte su inclinación por la gimnasia, pues practicó hasta los cuatro años la natación y luego se cambió porque quería dar la voltereta como su ídolo de entonces, el delantero mexicano Hugo Sánchez, estrella del Madrid de los 80.
Algunos apuntan a su historia como elemento para explicar su fama de insubordinado, pues su padre y su madre fueron exiliados argentinos por la dictadura.
Devoto también del hip-hop, otro signo de indocilidad, Deferr debió sobreponerse asimismo a la adversidad, como demostró tras ser sancionado con tres meses de suspensión por consumo de cannabis en 2003.
Otro golpe fuerte para el también ganador del oro en suelo en la Copa Mundial de Glasgow-2000 fue el fallecimiento de su hermanastro Adrián en accidente de circulación, a quien le dedicó el título estival de Atenas.
En Atenas gané tras hincharme de pizza, pero ya no tengo ganas de reivindicarme ni de ser rebelde, lo que quiero es ayudar, explicó Deferr, quien seguramente brillará también como entrenador.

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