Los que
pedíamos mejores calificaciones para el gimnasta Manrique Larduet en los
pasados Juegos Panamericanos de Toronto-2015 nos sentimos muy aliviados luego
de verlo regresar del Campeonato Mundial de Glasgow con dos medallas (una de
playa y otra de bronce), en la mejor actuación histórica de un gimnasta cubano
en este tipo de lides.
Mal sabor
de boca me dejaron algunas puntuaciones de Toronto, pero evidentemente Manrique
depuró sus ejecuciones, quién sabe si precisamente motivado porque no obtuvo lo
que pretendía le puso más a cada entrenamiento y mejoró un mundo.
En la
capital de Escocia sí hubo ojos para sus maniobras, y de esa manera pudo
superar a su modelo Erick López, quien reinó en citas continentales, pero en
varios Mundiales solamente pudo hacerse de una plata.
Ahora el
santiaguero de apenas 1.60
metros de estatura consigue dos metales en apenas su
primera cita del orbe, y con solamente 19 años de edad, mientras que su ídolo
logró escalar un podio de este tipo ya en las postrimerías de su carrera,
cuando ya lo habían visto en todas partes.
Eso
realza todavía más la actuación del indómito, porque muy rara vez alguien que
no procede de un país con tradición en esta exigente disciplina logra deslumbrar
a los jueces.
Esa
especie de amor a primera vista con los imparciales no hace si no llenar de
optimismo al mismo atleta y sus entrenadores de cara al futuro no tan lejano,
quizás los mismísimos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro-2016.
Además,
no es lo mismo alcanzar una medalla en un aparato en específico, al cual le
puedes dedicar más horas, buscar una especialización y pulirlo al detalle, que
hacerlo entre los máximos acumuladores. Solamente el extraclase Kohei Uchimura,
imbatible en el concurso completo desde 2009, le pudo aventajar. Vale decir que
aparte del all around, Uchimura únicamente se coronó ahora en barra fija, su
modalidad más fuerte, y de sus 10 oros mundiales, apenas otros dos son de
aparatos individuales.
En fin,
creo que al fin Manrique se hace justicia, y con creces, por la alcurnia del
escenario. Y esto es apenas el comienzo…
Eufemísticamente
vamos a llamarle apreciación arbitral, en definitiva es el escudo
tras el cual este tipo de deportes defiende sus puntuaciones, que se
vuelven incuestionables como templos.
Pero
como un espectador más tengo mi opinión, y no es muy buena con
respecto a los jueces que actuaron en la gimnasia artística de los
Panamericanos de Toronto, específicamente los que estaban evaluando
la barra fija.
Ni
en la prueba de máximo acumulador ni en la final de este aparato me
parecieron justos a la hora de calificar al cubano Manrique Larduet.
Sus ejecuciones probablemente no eran de la más alta exigencia
técnica, pero tampoco deslucían con respecto a las de sus
contrincantes, y fueron realizadas limpiamente, incluyendo la salida,
esta sí de gran complejidad, que Manrique hizo a la perfección en
ambas jornadas.
No
digo que fuera el campeón en la barra, porque el colombiano Jossimar
Calvo tenía un programa más exigente y lo ejecutó como debía,
pero sí pudo el cubano entrar en el grupo de medallistas.
Las
expresiones del resto de los atletas, conocedores a fondo del deporte
tanto como los jueces, mostraban a las claras que las actuaciones del
santiaguero merecían más, pero no sucedió.
También
me chocó que fueran evaluados de manera bastante distinta (una
décima es bastante aquí) las mencionadas presentaciones en la barra
fija, cuando fueron casi calcos una de otra. Más sospechoso resulta
que con lo obtenido en la final del aparato, insuficiente para
colarse en el podio de premiaciones, sí le hubiera alcanzado el día
del all around para coronarse.
Nada,
que te toca, pero no te toca. Tratando de no apasionarme demasiado
quiero pensar que ha sido obra de la mala suerte y no la mala leche,
y repito, fue sobre todo en el grupo encargado de catalogar la barra,
en las otras modalidades me pareció aceptable el margen de
tolerancia que uno supuestamente debe dejarle a la “apreciación”.
Otra
vez será, ahora hace falta que este muchacho se dé a conocer en el
mundo, con participación frecuente en torneos de nivel. Solamente
así irá convenciendo a los imparciales de su innegable calidad,
porque este es un deporte en el que nunca está de más competir. La
mala suerte puede cruzarse en el camino de cualquiera en cualquier
momento, pero creo que esta vez se ensañó con Manrique.
Veracruz.-
A Erick López y Manrique Larduet los separan varios años de edad, pero además
de la letra inicial de sus respectivos apellidos, los une la pasión por la
gimnasia, que les ha dado grandes alegrías a ambos.
López había conquistado en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de
Maracaibo-1998 los últimos títulos de Cuba en este tipo de lides, hasta que hoy
en Veracruz-2014 Larduet tomó su relevo.
Logré mi objetivo, me preparé bien físicamente para hoy, porque ayer no fue un
día del todo bueno, salí tercero, pero sabía que con el salto les podía pasar,
dijo tras coronarse en la competencia de máximo acumulador.
Desde las tribunas, el máximo medallista en la historia de los Juegos
Panamericanos alentaba a su seguidor.
Me sentí bien con su presencia porque me apoyó desde el primer día, me
transmitió confianza, me dijo que no estuviera tan presionado porque me había
preparado muy bien, señaló.
En el evento panamericano de 2013 Larduet vio sus potencialidades, porque allí
ganó oro en salto y barras paralelas, y plata en manos libres, y eso le dio
confianza para su gran actuación.
Estuve muy concentrado, no podía asegurar que sería oro, pero esa era mi meta.
Fallé en el caballo con arzones, donde tuve una caída, pero no me dejé
derrotar. Fue un año de muchos sacrificios, y de cierta manera se devuelve el
apoyo de la familia, los entrenadores y el pueblo en general, declaró.
Además de su desempeño individual, Larduet contribuyó al bronce por equipos,
por detrás de Puerto Rico y Colombia.
La competencia estuvo bastante reñida, ayer México nos estaba ganando por
cuatro puntos, pero hoy mostramos nuestro nivel de combate y la manera
aguerrida en que competimos, y eso nos dio el bronce, indicó.
Por último se refirió a las finales por aparatos, que afrontará a partir de
mañana.
Quiero tener oro en libre, salto y paralelas, en las otras a ver si puedo
alcanzar alguna medalla, manifestó el joven de 18 años, quien empezó hace 13 en
los trajines de la gimnasia bajo las órdenes de José Luis Téllez.
Latinoamérica tendrá en el torneo de gimnasia artística de los Juegos Olímpicos de Londres-2012 una de sus participaciones más nutridas en la historia de estas lides, con la presencia asegurada de casi 20 gimnastas.
Compilados ya los dos certámenes que otorgaban boletos, el Mundial de Tokío el pasado año, y el preolímpico de Londres de hace unos días, la región registra una de sus incursiones más amplias en citas estivales.
La justa japonesa había sido parca con esta zona geográfica, pues solamente habían alcanzado el derecho los brasileños Diego Hipolito y Arthur Zanetti, pero ahora el monto creció notablemente.
En la North Greenwich Arena londinense varios países rompieron ausencias de décadas de colegas suyos en esta disciplina en Juegos Olímpicos, y en el caso de Tomás González y Simona Castro se trata de los primeros gimnastas de Chile en la historia de estas lides.
La guatemalteca Ana Sofía Gómez, la colombiana Jessica Gil, el mexicano Daniel Corral y los argentinos Valeria Pereyra y Federico Molinari se les sumaron en esta lid, donde también cerraron con otro pasaje Colombia, México (femenino), Venezuela (femenino) y Puerto Rico.
Los nominados en estos últimos casos se conocerán más adelante cuando el país los defina, al igual que el equipo femenino de Brasil, presente por tercera ocasión consecutiva en una cita bajo los cinco aros.
Otros pasaportes pudieran sumarse porque algunos gimnastas ubicados en puestos olímpicos pudieran cederlos si se lesionan, y esto pudiera beneficiar al venezolano Carlos Carbonell, seleccionado como reserva.
Todo esto sin contar que la otra potencia de la región, Cuba, única junto a Brasil y Puerto Rico capaz de obtener medallas en Campeonatos Mundiales, sufre un bajón y no llevará a nadie.
CON LOS PIES SOBRE LA TIERRA
Por supuesto, Latinoamérica no ha sido nunca una potencia en esta disciplina, ni debe serlo en el futuro cercano, por lo cual la mayoría de estas figuras quedarán lejos del podio, pero algunos sí pudieran codearse con la elite en varias modalidades.
Son los casos de los auriverdes Jade Barbosa y Zanetti, quienes ganaron salto y anillas respectivamente, en el recién concluido preolímpico, e Hipolito, tercero en suelo en Tokío-2011, donde el propio Zanetti quedó subcampeón.
La Barbosa también alcanzó una presea de calibre mundial, pero en su caso aconteció en Rótterdam-2010, cuando concluyó tercera en su especialidad favorita, la del brinco al potro.
Tampoco se descarta al chileno González, segundo en Londres en manos libres, donde la brasileña Daiane Dos Santos fue bronce, y el mexicano Corral, monarca en paralelas.
Por supuesto, sería muy difícil alcanzar la primera medalla del subcontinente en la historia de estas justas, pero soñar no cuesta nada.
Primero fue el español Gervasio Deferr, y luego le tocó el turno al también campeón olímpico italiano Igor Cassina quien decidió poner fin a su carrera a los 33 años de edad.
Todo parece indicar que el 2011 es un año propicio para decir adiós a la gimnasia.
En la mayoría de los deportes esto ocurre después de los Juegos Olímpicos, pero algunos gimnastas veteranos han preferido despedirse antes de llegar a Londres-2012, como fue el caso deDeferr, oro en salto en Sydney-2000 y Atenas-2004, y ahora Cassina.
Siempre hice realidad mis sueños y no podía pedir nada más a este deporte, declaró al anunciar su adiós el monarca estival en barra fija en los Juegos de Atenas-2004, cuando ganó la medalla 500 de Italia en ese tipo de lides.
Se marcha así otro gran protagonista de la gimnasia artística planetaria en los últimos años, ganador también de una plata (Anaheim-2003) y un bronce (Londres-2009) en Campeonatos Mundiales, más dos bronces (Patras-2002 y Ámsterdam-2007) y una plata (Debrecen-2005) en Campeonatos de Europa.
Su última presea de calibre data de octubre de 2009, cuando alcanzó el tercer puesto en el Mundial de la capital británica, igualmente en la barra fija, y eso hacía presagiar que alargaría su despedida, pero no fue así.
La medalla en Londres me dio fuerzas en un primer momento para pensar en los Juegos Olímpicos de 2012, pero con el tiempo me di cuenta de que con esa presea me había quedado plenamente satisfecho, afirmó Cassina al anunciar la noticia más difícil de su vida.
Sus fanáticos confiaban en un regreso al podio olímpico, pues en Beijing-2008 concluyó cuarto en su especialidad favorita.
Sin embargo, desde enero de 2009 Cassina había dejado entrever su adiós, porque declaró a la cadena Eurosport que si no ganaba una medalla de calibre ese año se dedicaría a entrenar a otros.
Aquella presea en suelo británico pareció cambiar las cosas, pero en definitiva fue apenas el canto del cisne antes de morir.
UN AS DE LA BARRA FIJA
Nacido el 15 de agosto de 1977 en la ciudad de Seregno, el pequeño Igor se inclinó primero por el judo, pero con solamente cinco años ya se había mudado a la gimnasia artística, convencido por el entrenador Franco Giorgetti.
Todavía sin llegar al metro 80 de estatura y los 73 kilogramos de peso de su época de esplendor, Cassina soñaba con ser como el ex soviético Dimitri Bilozerchev, tres veces monarca estival, ocho veces olímpico y 10 de Europa.
Con apenas 17 años se convirtió en el primer juvenil en ser el campeón nacional absoluto de Italia en la barra fija, donde siempre destacó, aunque también ejecutaba bien los movimientos en el caballo con arzones, el aparato favorito de su ídolo.
Desde mediados de la década de 1990 se erigió en el principal hombre de la escuadra italiana de gimnasia artística, y para él fue todo un logro llegar a las finales individuales en Sydney-2000.
Con posterioridad a esa experiencia olímpica Cassina perfeccionó sus rutinas y entonces empezó a conquistar su bien ganado prestigio en los Grand Prix europeos, donde aparecía casi siempre en el podio.
Entre ellos estuvo el bronce en el Grand Prix de Cottbus, Alemania, en 2001, donde fue plata al año siguiente al igual que en el de París, donde logró coronarse posteriormente en 2005 y 2007.
Sin dudas su momento de mayor gloria llegó en Atenas, donde se convirtió en el primer italiano en ser campeón olímpico en barra fija, cetro conquistado con una puntuación de 9.812 unidades.
Además de sus medallas, Cassina tiene el honor de que la Federación Internacional de Gimnasia Artística(FIG) haya puesto su nombre en 2002 a un giro de una vuelta y media sobre la barra que el europeo ejecutaba con maestría.
La ejecución era un salto gigante nombrado Kovacs antes de que él le agregara medio giro, y muy pocos gimnastas se aventuran a intentarlo por su complejidad y peligrosidad.
Luego lo hizo con dos giros, pero tras un cambio de reglas perdió valor según las normativas de la FIG y Cassina dejó de utilizarlo.
Para esa decisión contribuyó también una aparatosa caída sufrida en el Campeonato Mundial de Dinamarca-2006 al tratar de completar el llamado Cassina 2, que le dejó secuelas sicológicas superadas algún tiempo después.
Con el anuncio de Gervasio Deferr de retirarse del deporte activo, el deporte español perdió hace unos meses a su mejor gimnasta de todos los tiempos, cuando todavía podía mantenerse en competencia.
Consciente de que a sus 30 años ya no está en condiciones de optar realmente por una presea de alto nivel, el medallista de oro en salto en los Juegos Olímpicos de Sydney-2000 y Atenas-2004 decidió pasar al retiro.
Después de 15 años intentando quedar entre los tres mejores del mundo, seguramente podría seguir y clasificarme para los Juegos de Londres-2012, pero no ganar, y perder me quema el cuerpo, señaló.
No obstante, el también ganador de la presea de plata en manos libres en Beijing-2008, declaró que se mantendrá vinculado al deporte de sus amores, ese que descubrió con apenas cinco años.
De entrada el barcelonés fungirá como responsable técnico de gimnasia en el Centro de Alto Rendimiento de San Cugat y como miembro de la junta directiva de la Federación Española de la disciplina.
Además, el subcampeón en suelo en los Mundiales de Tianjin-1999, Debrecen-2002 y Stuttgart-2007 continuará al frente de su club en el barrio barcelonés de La Mina, orientado a introducir los fundamentos de la gimnasia a niños de familias poco favorecidas.
Esto se hace más difícil que unos Juegos Olímpicos, estoy temblando. Ha sido un placer y sólo puedo tener palabras de agradecimiento. Nunca dejaré de luchar por la gimnasia, señaló.
En su adiós, Deferr no olvidó la paciencia de sus entrenadores, especialmente de Alfredo Hueto, y aprovechó para agradecer la confianza que los técnicos depositaron en él a pesar de ser poco disciplinado.
REBELDE POR SIEMPRE
Sus primeros signos de rebeldía relacionados con el deporte corresponden al fútbol, pues siendo catalán de nacimiento osó convertirse en fanático del archirrival Real Madrid.
Precisamente al conjunto merengue debe en parte su inclinación por la gimnasia, pues practicó hasta los cuatro años la natación y luego se cambió porque quería dar la voltereta como su ídolo de entonces, el delantero mexicano Hugo Sánchez, estrella del Madrid de los 80.
Algunos apuntan a su historia como elemento para explicar su fama de insubordinado, pues su padre y su madre fueron exiliados argentinos por la dictadura.
Devoto también del hip-hop, otro signo de indocilidad, Deferr debió sobreponerse asimismo a la adversidad, como demostró tras ser sancionado con tres meses de suspensión por consumo de cannabis en 2003.
Otro golpe fuerte para el también ganador del oro en suelo en la Copa Mundial de Glasgow-2000 fue el fallecimiento de su hermanastro Adrián en accidente de circulación, a quien le dedicó el título estival de Atenas.
En Atenas gané tras hincharme de pizza, pero ya no tengo ganas de reivindicarme ni de ser rebelde, lo que quiero es ayudar, explicó Deferr, quien seguramente brillará también como entrenador.