Apenas concluida su actuación en los Juegos Olímpicos de Beijing-2008, ya el boxeador pinareño Roniel Iglesias estaba pensando en su desquite en Londres-2012.
Lo recuerdo sudoroso todavía y decepcionado por haber sido atrapado en el estilo mañoso del tailandés Manus Boonjumnong en la semifinal de los 64 kilogramos , en la zona mixta del Palacio de los Trabajadores de Beijing, sede del torneo olímpico de pugilismo.
Su coronación al año siguiente en el Mundial de Milán no hizo más que demostrarle que lo tenía todo para imponerse al máximo nivel. Por estos días luce un estrambótico pelado que muestra los cinco aros olímpicos en el parietal izquierdo, una especie de anuncio de su sueño más caro.
“Espero con ansiedad los Juegos de Londres, aquella pelea con el tailandés nunca se me olvida, pagué la novatada y ahora espero mi revancha.”
En el pasado Cardín el brasileño Everton Lopes intentó también sacarlo de sus casillas…
“A él le gusta intentar eso, pero después de lo que me pasó en Beijing aprendí, no hay que volverse loco y mantener la iniciativa sin olvidar las instrucciones de los entrenadores. Ya le había ganado en un Mundial juvenil y en la eliminatoria panamericana de Cumaná, Venezuela.”
¿Cómo te sientes para los principales compromisos del año?
“Todavía no estoy en óptimas condiciones, pero quise regalarle una buena pelea a la afición cubana. Espero el oro en los dos torneos, Mundial y Panamericanos, y para eso me he estado preparando muy bien.”
¿Qué te faltaría?
“Hace falta que se haga un esfuerzo para competir fuera porque no he visto a los boxeadores asiáticos, y uno necesita conocer a todos sus rivales, o al menos a la mayoría.”
¿Quién fue tu ídolo en el boxeo?
Mario Kindelán. No se me olvida la maestría que mostró en Atenas-2004, donde para mí era el mejor boxeador del mundo.”
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