Por Lemay
Padrón Oliveros
Osmel Oliva
contra Ciego de Ávila, así más o menos pudiera ser la otra semifinal de la Liga Superior de Baloncesto
(LSB) 2014-2015. Pudiera resultar engañoso ese enunciado, pero lo cierto es que
el base organizador de Artemisa ha tenido bastante poco acompañamiento a lo
largo del torneo, causa fundamental de que su equipo evitó a duras penas
enfrentarse al invicto Capitalinos en esta instancia.
El
artemiseño finalizó como máximo anotador (absoluto y en cuanto a promedio por
partido), segundo en asistencias, tiros de campo anotados, tiros libres y
recuperaciones de balón, y figura entre los cinco primeros en casi todos los
departamentos ofensivos, pero él solo no puede ganar un campeonato. Eso no lo
hizo ni Michael Jordan.
Humberto
García (cuarto en tapas y octavo en rebotes), y Joice Daudinot (líder en por
ciento de tiros de dos y tiros de campo en total) han contribuido tímidamente
con la estrella del quinteto, pero si no aportan más, será muy complicado que
Artemisa contienda por el cetro.
Enfrente
tendrán nada menos que al multicampeón Ciego de Ávila, cuya opción más
inteligente es a mi juicio olvidarse de Oliva y controlar al resto de sus
compañeros. El base artemiseño ha sido todo un acertijo para las defensivas
rivales, y rendiría poco beneficio intentar frenarle, mientras que si se le
deja solo, sin posibilidad de compañía, su esfuerzo será insuficiente para
darle el triunfo a los suyos.
Los
Búfalos mantienen la base del plantel que tanta gloria les ha dado, pero el
tiempo no pasa por gusto, y eso se vio en la fase preliminar. Sin embargo, a
los equipos grandes se les mide en los momentos grandes, a ahí los de la tierra
de la piña no han tenido contemplaciones con sus oponentes en los últimos años.
La
experiencia de William Granda (cuarto máximo anotador), Vaniel Reyes (tercer
reboteador), Joan Luis Haití (séptimo reboteador, cuarto en puntería de a tres,
y quinto en efectividad en tiros libres), y Yasser Rodríguez (sexto asistidor),
seguramente saldrá a relucir ahora, cuando más se necesita.
Ofensivamente
los artemiseños aventajan (estrechamente) a los avileños en casi todos los
indicadores, pero a la defensa los Búfalos mayorean con comodidad, y por ahí se
debe definir la serie, porque los occidentales tienen muy poca pólvora bajo las
tablas y tendrán muy pocos segundos tiros. La presión que logre poner la
defensa avileña sobre el conductor del balón será su principal arma, porque
como dijimos antes, Osmel Oliva no es Michael Jordan.
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