jueves, 5 de febrero de 2015

Hay vida. Hay esperanza

Por Lemay Padrón Oliveros 

Todavía no hay nada seguro, pero casi. Tendría Pinar de Cuba que caer ante Venezuela y Dominicana perder estrechamente sus dos encuentros siguientes, uno de ellos contra los ya clasificados mexicanos, que seguramente piensan en la semifinal y no en ganar un juego más.
Pareció otro equipo solamente con cambiarse el uniforme. Al revés de los dos partidos anteriores, esta vez lo que primó fue la oportunidad, pues casi todos los hombres en posición anotadora fueron convertidos en anotaciones, que son las que deciden los partidos.
Jugadas polémicas siempre hay. No concibo a un bateador que venga a tocar la bola y se deje cantar un strike por el medio. No entiendo eso de que la vio mala; todo lo que se parezca tiene que ser atacado, porque este es un turno de dos strikes, no tres. Tampoco entiendo que Yuliesky no le haga swing a otro envío por el centro cuando estaba en dos bolas, sea culpa de él o del técnico que lo mandó a esperar cuando tienes todas las ventajas de ser home club. Después se fue de concentración porque le cantaron una bola discutible, pero al que tenía que irle era al anterior.
Del mismo modo, no sé por qué dejaron batear de nuevo a Luis Alberto Valdés, luego de haber fallado en su intento anterior de adelantar al corredor, con tantos emergentes listos en la banca y ante un pitcher que nos tenía maniatados y pudo haber sido extraído si se le traía a un zurdo.
Lo otro era más forzado, la extensa labor de Mendoza en el montículo. Lanzó tres entradas y dos tercios. Ni en la primera ronda de esta Serie Nacional, ni en la segunda, ha acumulado esa cantidad de bateadores enfrentados.
Afortunadamente, tanto él como Yosvany Torres sacaron su mejor repertorio cuando era más inminente la amenaza boricua, pero al parecer los nervios jugaron su papel, porque el número de boletos fue excesivo para ambos.
Puerto Rico sufrió ahora lo que le pasó a Cuba en los juegos anteriores, con demasiados corredores dejados de impulsar, alguna vez nos tendría que tocar a nosotros, ¿no?
Lo más importante es que hay vida, mucha más que cuando el año pasado Villa Clara ganó también contra los representantes de la Isla del Encanto. Eso ya es un paso de avance, pero no hay por qué conformarse con tan poco.

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