Tras una nada buena visita a Panamá, la selección nacional absoluta de fútbol de Cuba tendrá un importante compromiso en el venidero mes de noviembre cuando dispute la Final del Caribe, en Trinidad y Tobago.
La justa, que otorgará cuatro boletos para la Copa de Oro del 2015 y al
ganador, el cupo para la
Copa América del 2016, será el principal compromiso del
fútbol cubano en la campaña, pues recordemos que los Juegos Centroamericanos y
del Caribe son para equipos menores de 21 años, con solamente tres refuerzos.
Analizando lo sucedido en tierras istmeñas, es
evidente que a nuestros futbolistas les falta ruedo, pero mucho más preocupante
es el atraso en la parte técnica, pues nuestros entrenadores no logran plasmar
en el campo las concepciones del balompié moderno.
Es difícil creerlo en la época de Internet y
con partidos de muy alto nivel pasando constantemente por la televisión
nacional, pero es la realidad. De entrada, el acceso a la red de redes es un
problema aquí, eso no es un secreto, y aunque estuviera al alcance de todos los
preparadores, una cosa es la teoría y otra la práctica, por eso hay escuelas
para directores técnicos, pero donde de verdad se curten es en el banquillo, ya
sea con una selección nacional o en cuarta división.
Con este presente, resultará difícil llegar a
semifinales del torneo caribeño, que equivale a decir, obtener un puesto para la Copa de Oro del año próximo.
No lo vemos como algo imposible, pero será bien complicado, y no pueden
repetirse los garrafales errores de marca apreciados en el reciente tope ante
Panamá. Sobre el acceso a la
Copa América, ni soñarlo, ya eso sería una hazaña.
Luego se mejoró un poco ante Guatemala
(derrota 0-1), pero igual se perdió, y antes de la justa caribeña están
previstos otros dos topes: el 10 de octubre en jornada FIFA contra Canadá aquí
en La Habana,
y el 14 del propio mes de nuevo ante Guatemala, también en nuestra capital.
Apenas cuatro encuentros es muy poco, pero
algo es algo. Ocurre que estos desafíos deben ser muy bien aprovechados para
aumentar el prestigio del fútbol cubano, porque nadie va a querer topar con un
plantel que fue goleado por panameños y superado por guatemaltecos, cuando
ninguna de estas selecciones son ni siquiera mundialistas.
La ventaja de siempre, la de poder entrenar juntos a tiempo completo, no se puede aprovechar si tácticamente no somos fuertes y tenemos esos despistes de novatos en las coberturas defensivas. Hay que pulir todos estos detalles si pretendemos clasificarnos a nuestro Mundial, que es la Copa de Oro.
La ventaja de siempre, la de poder entrenar juntos a tiempo completo, no se puede aprovechar si tácticamente no somos fuertes y tenemos esos despistes de novatos en las coberturas defensivas. Hay que pulir todos estos detalles si pretendemos clasificarnos a nuestro Mundial, que es la Copa de Oro.
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