Nadie creería que nadar mil 500 metros en más de una hora fuera a considerarse un récord mundial, pero si esto lo ha hecho una mujer con más de 100 años, entonces cambia completamente la perspectiva.
El hecho concreto es este: La japonesa Mieko Nagaoka impuso un récord
mundial de natación al completar una carrera de mil 500 metros libres en
piscina corta con 100 años de edad, el pasado sábado en Matsuyama.
Los asistentes en el escenario de competencias, ubicado en esa localidad
de la prefectura de Ehime, al oeste de Japón, no pudieron menos que apoyar con
aplausos el recorrido de la veterana ondina, quien cubrió la distancia en una
hora, 15 minutos y 54 segundos, nadando de espaldas.
Pero eso no es
todo, pues según la alegre anciana, espera ahora que el libro Guinness de
Records homologue el suyo, y otros por venir. “Quiero nadar hasta la edad de
105 años si consigo vivir hasta entonces”, dijo con total naturalidad a medios
de prensa.
El suyo es un
caso bien curioso, si se necesita añadir algo más a esto ya de por sí bastante insólito,
pues Nagaoka empezó a nadar apenas a los 80 años de edad, en el marco de un
programa de rehabilitación de una rodilla enferma.
Con 84 comenzó
a participar en competencias para super-veteranos en su país natal, y cuatro
años más tarde compitió en el Mundial Masters celebrado en la localidad
neozelandesa de Christchurch, en 2002.
Allí la nacida
en 1914 en Yamaguchi obtuvo la medalla de bronce en los 50 metros espalda, y en
la cita de Riccione-2004 ganó preseas de plata en 50, 100 y 200 metros, en su estilo
favorito.
Estos éxitos le
granjearon el reconocimiento en su país de nacimiento, y la impulsaron a
conseguir un entrenador profesional, ya con 90 años en su anatomía, y con 95
estableció el primero de sus 24 récords mundiales, en 100, 200 y 800 metros libre y 50,
100 y 200 espalda.
Sus tardíos logros
han sido tan sonados alrededor del mundo que ya les traspasó “el bichito” de la
natación a su hijo Hiroki y algunos de sus nietos, quienes la acompañan a ratos
en sus cuatro entrenamientos semanales, de dos horas cada uno.
Nagaoka no dejó
de asistir a las citas planetarias para veteranos, donde sumó dos oros y una
plata en Perth-2008 y una de cada color en Stanford-2006, pero terminó nadando
sola en la categoría de 95 hasta 99 años en Gotembugo-2010, en 200 y 800 libre
y 100 espalda, y al parecer se aburrió.
No obstante,
quien ganó en esta categoría dos años después, la neozelandesa Kath Johnstone, tardó
en ambas distancias dos minutos más que la nipona, todo un símbolo dentro de
una sociedad que tiene censados a más de 59 mil personas centenarias, la gran
mayoría mujeres.
El año pasado, cuando llegó a la centena de vida, Nagaoka publicó un
libro sobre sus proezas deportivas, con el título: Tengo 100 años y soy la
nadadora más activa del mundo. Pudiera sonar presuntuoso, pero a esta abuelita
hay que perdonárselo.
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