martes, 11 de diciembre de 2012

¿Al fin tendremos “gente de zona”?


Por Lemay Padrón Oliveros

Tras años y años de críticas provenientes de técnicos, peloteros, aficionados y periodistas, y justificaciones insulsas de árbitros y federativos, parece que al final todos los “hombres de negro” de han puesto de acuerdo para definir lo más exactamente posible una zona de strike y generalizarla.
Todavía es temprano para lanzar campanas al vuelo, pero al menos en los duelos apreciados se ha visto bastante similitud a la hora de cantar detrás del plato, una materia pendiente de campeonatos anteriores.
Cada árbitro tiene su preferencia, eso no va a cambiar nunca, pero este gusto no puede diferir demasiado del promedio, como sucedía en certámenes pasados.
Ahora se ha homogeneizado bastante, y el resultado salta a la vista con la baja en el promedio colectivo de carreras limpias permitidas, el average y los extrabases, especialmente los jonrones, todos inflados en las Series más recientes.
El año pasado se subió el box, como si eso fuera a cambiar algo, y la vida demostró que no era esa la modificación, como tampoco lo es la permuta entre una marca de pelota y otra, porque a la larga eso solamente crea espejismos.
De la noche a la mañana nuestros lanzadores no se hicieron más inteligentes, simplemente ganan en confianza al saber que siempre que coloquen la bola en zona, el rival tiene que hacer swing o el imparcial cantará, una certeza no disfrutada con anterioridad.
De momento los serpentineros se han adaptado bien rápido, pero seguramente nuestros bateadores harán los ajustes necesarios, y aunque no se desforren las esféricas nuevamente, debe haber una mayor paridad pitcheo-bateo, como debe ser en cualquier béisbol que se respete.
Es común en todos los torneos del mundo que los lanzadores comiencen mejor, porque vienen con sus brazos frescos y utilizan a la primera línea en los primeros partidos, luego se va reforzando el bateo, y en una Serie corta como esta, debe terminar arriba la ofensiva, siempre que el pitcheo se maneje con respeto.
Suceda lo que suceda, yo al menos estoy muy complacido conque los lanzadores reciban esta pequeña ayuda, pero cuidado, porque la bola a la altura de las letras es más fácil de conectar que la que se te pega a los codos. Una simple sugerencia aunque ningún lanzador la lea.

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