Por Lemay Padrón Oliveros
Brasil fue el mejor equipo en el recién concluido
Campeonato Mundial de voleibol para damas, pero no conquistó el título. Así de
simple, de nada vale dominar con amplitud todo el tiempo si cuando llega el
momento crucial, fallan.
Ha sucedido otras veces tanto individual como colectivamente, y volvió a ocurrir ahora. Hay un escapado, alguien por encima
del resto, que se muestra contundente partido tras partido, combate tras
combate, pero cuando llega el momento crucial, que puede ser en una final o antes, las cosas no le salen bien.
Existen incluso equipos, o generaciones entre los equipos,
que son consideradas favoritas año tras año, y a la hora de la verdad no lo
demuestran, no importa si es por un detalle, una supuesta injusticia arbitral o
un mal día.
Ahora le pasó a
Brasil, y en cierta medida también a
República Dominicana, aunque con diferentes matices. Para las dominicanas era
su primera vez en las Ligas mayores del voleibol, y por eso se entiende que no
hayan sabido concretar en situaciones puntuales, como el pase a las semifinales
contra
China, que tuvieron en el bolsillo luego de ganar los dos primeros sets,
pero no amarraron al caer en los tres siguientes.
Las auriverdes, en cambio, llegaban como amplias favoritas
a la corona, luego de titularse en los
Juegos Olímpicos de
Londres-2012 y el
Grand Prix de este año.
Pasearon la distancia todo el tiempo, con éxitos
contundentes y apenas cinco sets perdidos en 12 encuentros, hasta que se
toparon con
Estados Unidos en la semifinal, un equipo al que le habían
propinado un incontestable 3-0 en la segunda fase. Sin embargo, en lo que fue
para ellas el momento crucial, no tuvieron una buena jornada y hubo con un solo
parcial de real disputa, el segundo, que finalizó 29-27 favorable a las
norteñas.
Las nuevas campeonas hicieron suya la principal arma de
las suramericanas, el servicio, y con él hicieron estragos para incomodar el
juego ofensivo de las brasileñas, en el cual no tuvieron el peso esperado sus
principales estrellas,
Sheilla Castro y
Thaisa Menezes.
De esta manera, las dirigidas por
Zé Roberto Guimaraes,
quien se quejó del arbitraje (clásico en quien pierde siendo el favorito),
dilapidaron otra oportunidad para alzar su primer título en
Campeonatos
Mundiales, donde acumulaban tres platas.
Sus rivales tampoco había levantado el trofeo, pero lo lograron ahora,
al mando del legendario
Karch Kiraly, para convertirse también en apenas el
segundo equipo en la historia capaz de titularse luego de sufrir dos derrotas,
clara muestra de lo que es saber ganar el bueno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario