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jueves, 26 de marzo de 2015

La Isla colorea la semifinal occidental

Por Lemay Padrón Oliveros 

Se sabía que para ponerle sabor y color a la semifinal entre Isla de la Juventud y Matanzas hacía falta un triunfo de los primeros en el Victoria de Girón, y esa la obtuvieron los visitantes de manera espectacular en el segundo desafío.
En un increíble final con repetición de video incluida (vendita repetición, Dios te tenga en la gloria), los Piratas dieron muestra de que su aguerrido batallar en el último tramo de la segunda fase no fue obra de la casualidad ni quedó ahí, sino que les sirve de acicate para dar la cara contra el mejor equipo del campeonato.
A lo mejor el polémico toque de bola para completar el nocaut (afrenta que no sé cómo tomaría el alto mando de Matanzas si hubiese sido al revés) les inspiró para jugar mucho mejor en el segundo encuentro, pero lo cierto es que las cosas les salieron mucho mejor a los pineros desde todo punto de vista.
Siempre pensé que Yoalkis Cruz era la mejor apuesta de la Isla para iniciar el play off, y de momento el resultado me da la razón. Se trataba del serpentinero con mayor experiencia, incluso en postemporada, y su actuación demostró por qué debió ser la principal carta. Entiendo que al poner un zurdo se trata de mitigar el poder ofensivo de los Yadiel, Ariel, Escalante y Duque, pero el propio Yadiel echó por tierra la estrategia.
Todos los partidos no son iguales, ahora a lo mejor en la Isla es dominado, pero igual los Cocodrilos tienen variantes y pueden poner a Santoya por Duque, y el exespirituano le batea muy bien a los lanzadores de la mano equivocada.
La tropa yumurina sigue siendo la favorita, no nos llamemos a engaño, pero ahora quienes amamos este deporte podremos soñar con volver a apreciar un juego en el Girón, que dicho sea de paso, me extrañó no ver repleto de punta a cabo como en temporadas anteriores.
Los Piratas son implacables en el Labra, pero ante una novena que fabrica minuciosamente sus carreras (me atrevería a decir que la única de Cuba que lo hace ya de manera natural), no pueden dar nada por hecho.
Para los matanceros la palabra de orden es tratar de desequilibrar los partidos bien temprano para que no entren los cerradores isleños con el choque cerrado, y para los isleños será apoyar lo más posible a sus abridores. Veremos quién logra su objetivo.

sábado, 8 de noviembre de 2014

Matanzas, contra todas las banderas


Por Lemay Padrón Oliveros

Los rivales se afilaron los dientes cuando Matanzas sufrió las bajas del segunda base José Miguel Fernández y el receptor Lázaro Herrera. Era lógico, los primos constituían una parte fundamental en el éxito yumurino de los últimos años, y la gran mayoría debe haberse llevado una sorpresa al observar cómo el plantel matancero sigue de cómodo líder sin sentirse esas ausencias.
Claro, cuando llegue la postemporada seguro se echarán de menos, pero algunos pensaron que se les complicaría hasta la clasificación. Tal como van las cosas, esa primera tarea parece vencida, porque solamente una debacle mayúscula podría apartar a los Cocodrilos de la segunda ronda. Después veremos, refuerzos mediante.
Lo que no debe pasar desapercibido para nadie es el serio trabajo del colectivo técnico para sobreponerse a esas ausencias, que en otras nóminas en circunstancias similares han resultado fatales para el juego colectivo.
Mantener la ilusión en quienes no juegan habitualmente, y sobre todo la motivación para seguir entregándose en los entrenamientos para cuando sean llamados respondan como se espera, es una ardua tarea, y Matanzas la ha sabido cumplir con creces.
No se trataba de peloteros cualquiera ni de posiciones secundarias, era el corazón de la línea central y de la alineación ofensiva, y la novena yumurina lo ha asumido como tomarse un vaso de agua fría.
Si a eso se suman las lesiones que han sufridos sus principales jardineros, entonces el mérito sube a proeza, con un Yurisbel Gracial cubriendo la pradera central como si hubiese estado ahí toda su vida, y un Yasiel Santoya que tampoco se achica en el izquierdo.
Menos palabras y más hechos, así ha hablado Matanzas en esta Serie Nacional, donde sigue siendo el equipo que más batea, el que más carreras anota, el mejor en pitcheo (con el mejor promedio y al que menos le batean) y en la media en defensa. No por gusto ha sido casi invencible en su casa y el que mejor juega fuera de ella.
Se viene ahora una etapa de descanso, y a veces los equipos que están muy bien no regresan igual. Si les confieso algo, no creo que esto le pase a Matanzas. Así de contundente es el trabajo de todo su colectivo técnico, sin dudas de excelencia.